Está claro que los recursos de BMW son prácticamente ilimitados. Tras un largo año contando con los servicios de Joel Smets y Kari Tiainen, reconocidos ex pilotos que han contribuido sustancialmente en el desarrollo de la G 450X, la firma bávara decidió, hace un par de temporadas, lanzarla a la serie creando una expectación sin precedentes. Y es que los técnicos alemanes se exprimieron los sesos para desmarcarse de la competencia incorporando a su pura sangre exclusivas innovaciones tecnológicas, específicas para este modelo.
Pues bien, ahora, y después de dos años en los mercados internacionales, BMW Motorrad puede mirar al pasado sin ningún tipo de recelo, gracias a los éxitos que ha cosechado en competición en tan corto periodo de tiempo. Triunfos como el segundo puesto en el Mundial de Enduro, conseguido por Juha Salminen en la categoría E2. Además de por los varios éxitos alcanzados en el Campeonato Alemán de Cross Country, en el Erzberg Rodeo y, más recientemente, en el Red Bull Romaniacs. Sin embargo, tales logros han propiciado numerosas optimizaciones técnicas para el modelo 2010 de la BMW G 450 X. Mejoras que ayudan a realizar una conducción más efectiva, práctica y cómoda.
Ajustándola
Una de los primeros cambios que realizaron los ingenieros de la firma fue en la programación de la inyección y en el sistema de arranque. El resultado no sólo mejora sensiblemente el consumo de combustible, sino que también reduce la fuerza que hace el motor en retención, además de mejorar el arranque y ofrecer una respuesta más precisa. No obstante, y a diferencia del modelo anterior, dichos cambios han suavizado la entrega de potencia del propulsor hasta tal punto que éste ha quedado algo descafeinado. El monocilíndrico dibuja una curva de potencia limpia, sin fisuras y sin echar en falta empuje en ningún régimen. Soluciones que, sin duda, agradecerá un usuario más amateur.
Por otro lado, también se han incorporado una serie de modificaciones en el chasis de la BMW G 450 X. La cota desde el eje delantero hasta la mitad de la barra de la horquilla se ha reducido en 2,5 milímetros, lo que proporciona un pilotaje más eficaz, con una estabilidad direccional óptima. Igualmente se mantiene la concentración de las masas tan cerca como sea posible del centro de gravedad, para conseguir una configuración de chasis que se adecue perfectamente a las exigencias del enduro. El bastidor sigue proporcionándonos una tremenda estabilidad y un aplomo en recta que roza la perfección. Además, su basculante claramente más largo –aproximadamente 30 mm– que el de la competencia, nos dejará nuevamente boquiabiertos, por la tremenda tracción que ofrece. Pese a ello, sí volvimos a percibir cierta torpeza en las zonas reviradas, donde su largo bastidor y distancia entre ejes, no ayudaron demasiado a desenvolvernos con rapidez al entrar en las curvas más lentas.
Más suave
Por su parte, las suspensiones han sido ajustadas, ofreciendo una horquilla con una progresión más blanda en la amortiguación, lo que proporciona unas reacciones más suaves y cómodas. Sin embargo, ante un pilotaje más agresivo, su comportamiento es poco propicio. El amortiguador también se ha modificado, ahora la respuesta es más progresiva, favoreciendo una mayor precisión. Pero también obtendremos el mismo resultado que en la horquilla, donde en distintas situaciones será inevitable hacer topes en ambos trenes. Por otro lado, y debido a los resultados obtenidos, BMW ha desestimado alterar el buen funcionamiento de los frenos. Por tanto, éstos nos asegurarán un buen tacto y mordiente, pese a que el trasero sea un poco agresivo respecto al delantero.
La ergonomía se ha mejorado con un nuevo diseño del asiento, que ahora está relleno con espuma suave y su forma se adapta mejor a la zona superior de los muslos, por lo que favorece el confort y proporciona al piloto un mayor control. El diseño está orientado hacia los modelos oficiales de competición del equipo BMW Motorrad Motorsport, con la horquilla anodizada en color dorado, a juego.