Entrenado en detalles, los cambios en el motor han afectado principalmente a la culata, en la que se han optimizado los conductos de admisión y escape, así como el sistema de cierre de las válvulas –muelles más duros-. Con ello se ha buscado aumentar el régimen máximo de giro, en favor de lo cual también se han aligerado componentes como el cigüeñal, el pistón y la biela –fabricada por Pankl, con cojinete en la cabeza, anunciando la marca mejor rendimiento y menor mantenimiento-. El cilindro mantiene sus dimensiones internas, aunque se han retocado los conductos del agua para mejorar la capacidad de refrigeración, mientras que en los cárteres se ha aplicado una nueva aleación de aluminio y un proceso de fabricación distinto –por presión-, que permite disminuir el espesor y el peso de las piezas sin perder resistencia. Por cierto que, como ocurre en toda la gama SXF ´13, el cárter derecho ya no permite la instalación del mecanismo de arranque a pedal, por lo que también se ha revisado los componentes del «e-start» para que funcione con mayor eficacia; y también la 350 adopta los mismos cambios que sus hermanas en lo que respecta a la inyección, la caja del filtro y el escape.
Desarrollo paralelo que, como es habitual en los últimos años, se acentúa al hablar de las novedades de la parte ciclo, que ya las conoceréis de nuestras recientes pruebas a las nuevas SXF 250 y 450: chasis modificado en rigidez, basculante reforzado, eje de rueda trasera de mayor diámetro, carrocería ligeramente cambiada, depósito rediseñado, nuevas tijas, manillar Renthal diferente… Igualmente se ha trabajado en las suspensiones sustituyendo en la horquilla los retenes, los casquillos y el aceite –SAE 5-, mientras que el amortiguador viene equipado ahora con un muelle más duro -único cambio exclusivo de la «3.5»-. Con todas estas mejoras, KTM asegura que la segunda generación de su SXF 350 resulta una montura tan manejable y fácil de llevar como antes, pero con mayores recursos en su respuesta motriz.
Ni más, ni menos, que a un patio de recreo nos hemos ido para probar a nuestra invitada, pero no al de un colegio, sino a uno más indicado para lo nuestro, el que ofrece el Motocross Madrid Park en la localidad madrileña de Valdemorillo, con sus amplias zonas verdes y sus ¡tres! circuitos diferentes. Allí nos esperaba Jonathan Barragán como colaborador de lujo para realizar la sesión de fotos y obtener su opinión sobre la nueva «tres y medio» que, quizá, podría pilotar la temporada que viene –él y su nuevo equipo KTM STR aún no han decidido si correrá con la 350 o la 450-. Pero es precisamente el nombre de ese popular juego infantil, el «tú la llevas», lo que nos viene una vez más a la cabeza cuando nos subimos a la SXF «3.5»; porque efectivamente somos nosotros quienes llevamos a la moto en todo momento, y no al revés. Desde su nacimiento, la respuesta del motor 350 se ha caracterizado por su equilibrada y permisiva respuesta, dado su buen compromiso entre suavidad a bajo régimen y progresivo aumento de potencia en su amplia y generosa gama de revoluciones. Ahí se halla la principal ventaja de la austriaca mediana frente a las 450, sobre todo, bajo el punto de vista de la mayoría de aficionados, aunque eran bastantes los pilotos punteros que echaban de menos en ella algo más de «chicha».
Pero el nuevo modelo 2013 se desmarca del anterior por la mayor energía de su mecánica, igual de «mansa» a bajas vueltas, pero claramente con más carácter de medio régimen en adelante. Ahora, los caballos de la SXF 350 se «cabrean» más pronto, en mayor medida y durante más tiempo que antes, redundando ello en una zona de empuje efectivo ligeramente más amplia y brillante que antes, y una desventaja menor en las rectas frente a las 450 –aunque todavía existe, sobre todo, en subidas pronunciadas-. «Corre bastante, ¡eh!, más de lo que la recordaba», nos decía Jonathan al poco de subirse a ella, y concluía lo siguiente al finalizar la jornada: «en bajos todavía se echa en falta algo más de contundencia en este motor, pero en medios se aprecia que tiene más fuerza que antes. Arriba mantiene bien el empuje y estira tanto que al final acabas yendo tan rápido como con las 450. Hombre, para correr habría que potenciar algo el motor, pero para entrenar y para los aficionados de nivel medio me parece una gran opción. Sinceramente, me ha sorprendido lo que ha mejorado y me he divertido mucho sobre ella». Sin duda, estamos ante un propulsor que satisface mucho por sus virtudes y defrauda poco por sus defectos, que desde luego no se encuentran en el funcionamiento del cambio, el embrague o el arranque, apartados en los que la «tres cincuenta» puntúa con sobresaliente.
Aunque de forma menos clara, la SXF 350 ´13 también ha mejorado a nivel ciclo, pues el comportamiento del bastidor y el hacer de las suspensiones transmiten un sentir general menos rígido y seco que antes. La austriaca se maneja realmente bien en las curvas, con mayor facilidad que el modelo anterior para iniciar el viraje, pues delante la horquilla pisa con mayor seguridad y la nueva ergonomía del depósito permite «apuntar» mejor con la pierna en las roderas. Hablando de las suspensiones, éstas han dado un paso adelante en cuanto a comodidad y sensibilidad ante los baches pequeños, siendo en esta ocasión el amortiguador trasero el que más nos ha convencido por su óptimo ajuste, mientras que en la horquilla tuvimos que jugar más con los reglajes. Por lo demás, la 350 puede seguir presumiendo de poseer el equipo de frenos más potente del mercado –junto con sus hermanas de gama-, y en ella también se mantiene la clásica posición de conducción «al ataque» que deja nuestro cuerpo bastante adelantado, aunque ahora menos debido al nuevo manillar Renthal –ligeramente más alto-.
Tres años de vida suma ya entre nosotros la SXF 350, tiempo suficiente para que la «mediana» de la familia KTM se haya ganado el beneplácito y la confianza de muchos aficionados, que ven en ella una moto divertida y efectiva, pero sin la agotadora y exigente contundencia de una «cuatro cincuenta». Tras no cambiar apenas la temporada pasada, el modelo 2013 supone la primera evolución con respecto a la versión original, manteniendo la misma estructura en general, pero con mejoras tanto en la planta motriz como en el apartado ciclo.
Clara, aunque no exagerada, es la mejora de la KTM 350 SXF de segunda generación. Sobre todo, en el propulsor, cuyos cambios mantienen su carácter y conocido equilibrio entre facilidad de uso y prestaciones, aunque éstas han aumentado notoriamente de medio régimen en adelante. Como siempre, los frenos rayan a un gran nivel, mientras que las suspensiones han ganado en comodidad.