Todo en el Honda SH 125 Scoopy ha cambiado para que todo siga igual. Es decir, la marca japonesa ha corregido las carencias del Scoopy anterior para que vuelva a ser el scooter más vendido. ¿Cómo lo ha hecho? Básicamente, aumentando su capacidad de carga bajo el asiento para que le quepa un casco integral, montando un caballete lateral (antes sólo tenía caballete central) y montando un motor totalmente nuevo que mantenga el nivel de prestaciones que ya eran buenas en el modelo 2009, pero que consiga rebajar el consumo por debajo de los 3 litros a los 100 km.
Para aumentar la capacidad de carga ha habido que hacer cambios en el chasis y aumentar ligeramente la altura del asiento (ahora 799 mm). El resultado es que en el hueco cabe un casco integral además de la documentación y la bolsa de herramientas. El nuevo motor, bautizado eSP, es una uténtica delicia, todo suavidad. Ya lo habíamos probado recientemente en el Honda PCX 125. Como es lógico, en el Scoopy 125 se ha cambiado el mapa de la inyección para adpatarlo a sus características (rueda alta, mejores prestaciones) y el resultado es un motor que ha ganado en aceleración y recuperaciones a bajo y medio régimen, sacrificando la estirada final. A cambio, el consumo se reduce considerablemente. Honda declara 2,11 litros a los 100 km, dato que tendremos que comprobar cuando lo tengamos suficientes días para hacerle pruebas de consumo.
Honda ha cambiado totalmente el diseño del SH125, pero menteniendo su personalidad. El nuevo motor eSP que tiene el pequeño radiador en el lateral del motor, ha permitido eliminarlo del escudo, con lo que desaparece la característica parrilla delantera que se heradaba en cada nueva versión. En cambio adopta, una nueva óptica en forma de X, que mantiene a grandes rasgos las líneas del modelo anterior, pero sigue el nuevo camino estético de la marca que hemos visto en modelos como el PCX o la VFR 1200 F.
El desaparecido radiador en el escudo del anterior Scoopy ha dejado más espacio para ubicar la centralita del ABS (antes no había posibilidad de adquirir el SH 125 con antibloqueo de frenos) y hay más espacio también para las piernas y, sobre todo, las rodillas del piloto. La intrumentación sigue el estándar marcado por su hermano mayor el Scoopy 300.
El nuevo motor que impulsa al Scoopy 125 es fruto del duro trabajo de los ingenieros de Honda que, con la premisa de minimizar el consumo y las emisiones de CO2, han querido encontrar un «propulsor universal», que sea extrapolable a toda su gama de scooter 125. Los motores del futuro deberían ser así: compactos, ligeros, fiables y con soluciones tecnológicas que minimizan el desgaste y ahorran espacio, que se puede aprovechar para construir scooter más pequeños y ligeros, o para dejar más sitio a otros elementos de equipamiento. El pequeño radiador lateral o el alternador en el eje del cigüeñal (haciendo de silencioso motor de arranque) son clara muestra de cómo deberían ser ya todos los motores automáticos de 125 cc.
Con esta nueva generación del motor del SH 125, con tecnología de baja fricción, Honda ha pretendido reducir al mínimo el rozamiento interno de los componentes del motor y la transmisión, para evitar pérdidas innecesarias y aprovechar al máximo las prestaciones del motor a la vez que se reduce el consumo. Se ha aligerado el cilindro y en la camisa se han hecho diminutas muescas para reducir el consumo de aceite y mejorar la refrigeración. En el eje del balancín se usa un cojinete de agujas. Unos rodillos más ligeros trabajan en conjunción con perfiles y muelles de leva optimizados. El ventilador del radiador es también más pequeño. Es el mismo que monta el Honda PCX 125 con algunos cambios en el mapa de la inyección.
El Honda SH125 Scoopy estará disponible en varsión con ABS a partir de octubre y la versión estándar, que viene equipada con CBS (frenada combinada) a principios de 2013. El precio del Honda Scoopy 125 todavía no se ha hecho oficial, pero serán similares a los actuales. La versión con ABS será unos 300 euros más cara. Se comercializa en cuatro colores: blanco, negro, rojo y gris.