La Honda SW desapareció por sopresa hace tres años dejando un importante vacio en el segmento megascooter de corte «Touring», y vía libre al Suzuki Burgman 650 que, a pesar de permanecer inalterable con el paso de los años, se ha ganado el favor del público, las buenas cifras de ventas le respaldan.
Pero el reciente lanzamiento del SW-T 600 -antes denominado Silver Wing sin duda hará tambalear su reinado, las razones son un motor de cilindrada similar y también bicilíndrico, un equipamiento de primera (aunque no tan completo como el Suzuki) y un buen lavado de cara en donde se han actualizado sus rasgos, además es 1.500 euros más barato. Su precio es incluso inferior al que tenía antes de retirarse del mercado.
¿Nueva imagen?
En realidad no es nueva, de hecho es posible que te resulte familiar porque su diseño es calcado al de su homólogo de 400 cc, y este ya cuenta con un par de años de vigencia en el mercado. Su enorme carrocería, en la que destacan los grupos ópticos tanto delanteros como traseros, sirve de protección al viento, a lo que también ayuda un parabrisas muy efectivo en su cometido porque protege, no vibra y apenas deforma la imagen al mirar a través de él.
Estructuralmente también es muy parecido a su hermano gemelo, tiene similares geometrías, en peso van a la par e incluso sus precios distan poco al haber 400 euros de diferencia el uno del otro. Eso sí, los más de 10 caballos de potencia extra del «mayor» se dejan notar: cuenta con mayor aceleración, pero sobre todo una velocidad punta que supera los 160 km/h reales. A diferencia del SW-T 400, que ofrece el ABS como opción, en el 600 viene de serie.
Confort
El SW-T es un scooter muy cómodo y ergonómico. El asiento cuenta con dos respaldos y espacio para que conductores a sus anchas. Es de los pocos modelos del mercado en los que realmente se puede conducir con las piernas estiradas cómodamente, lo que suple -y con crecesunaplataforma no demasiado generosa en espacio.
El manillar alto y el asiento bajo dibujan una postura de conducción relajada, ideal para devorar kilómetros sin acusar fatiga. La frenada combinada -la maneta izquierda hace frenar las dos ruedas a la vez- contribuye al confort simplifi cando la conducción y además hace aún más efectivo el sistema ABS a la hora de detener el scooter en frenadas de emergencia.
Mejor viajero...
Que ciudadano. Me explico. Como todo scooter, tiene aptitudes urbanas, pero su peso y voluminosidad le hacen perder puntos en un uso en ciudad, sobre todo a la hora de sortear coches cuando el tráfico es denso. La maniobrabilidad en parado no es fácil, aunque ayuda el que tenga el asiento a baja altura (745 mm), también se agradece a la hora de echar el pie a tierra en las constantes paradas.
En cambio, su poderosa salida desde parado constituye una ventaja cuando el semáforo cambia a verde, acelera con contundencia pero suavemente y con total ausencia de vibraciones, rasgo característico de los motores bicilíndricos en los megascooter. Esa potencia trasladada a carretera abierta se traduce en una buena aceleración para adelantar a otros vehículos y para salir rápido de las curvas.
Aunque ojo con las curvas rápidas porque en ocasiones fl anea. A pesar de ello y en líneas generales goza de mucha estabilidad en marcha, propiciada por un centro de gravedad bajo y por tener una llanta delantera una pulgada más grande que la trasera (14 y 13’’, respectivamente).
Su faceta de vehículo práctico la encontramos en aspectos como la capacidad de carga bajo el asiento, donde caben dos cascos integrales, las guanteras -una de ellas con cerradura- o el freno de mano para poder estacionar el scooter de forma segura. Como puedes ver, es el Silver Wing de siempre, actualizado estéticamente y con leves retoques, pero mucho más barato,
¿qué más se puede pedir?