Es habitual que Piaggio nos desplace a Roma cada vez que presenta alguna novedad en su producto más preciado. Las dos tienen consideración de «eternas» y Audrey Hepburn y Gregory Peck unieron para siempre a la capital italiana con las Vespa en su mítico paseo de «Vacaciones en Roma». Pero no estábamos aquí solo para verlas a ellas, el protagonista era el nuevo motor con culata de tres válvulas: dos de admisión y una de escape. Este será el propulsor de todos los modelos de 125 cc, 4 tiempos, refrigerados por aire del gigante italiano y en un futuro cercano le veremos moviendo a los Aprilia Sportcity One, Derbi Boulevard o Piaggio Liberty.
El nuevo motor ha salido del departamento de I D que se encuentra en Pontedera y su trabajo no ha sido solo el de acoplar una válvula más en la culata, sino que se ha trabajado con un modelo totalmente nuevo. Estrena cigüeñal, se ha reposicionado la bujía y recortado el diámetro con lo que se consigue una carrera más larga del motor. Con todo ello, unido a la, válvula extra en la admisión, se consigue un descenso en el consumo y las emisiones; y unas prestaciones más elevadas. Piaggio ha puesto cifras a estas variables, según dicen, después de hacer más de un millón de km con diferentes unidades de prueba.
El consumo se ha reducido en torno al 30% y con una velocidad media de 50 km/h estas Vespa gastan 1,8 litros a los 100 km. En cuanto a las prestaciones del motor, se ha ganado un 7,1% de potencia y un 10,3% de par. Este monocilíndrico declara ahora 11,6 CV y 10,7 Nm, frente a los 10,7 CV y 9,6 Nm del anterior propulsor de dos válvulas.
Por último, algo que se encargaron de recordarnos y que también es un punto a destacar, es que el intervalo de revisiones se estira hasta los 10.000 km. Todos estos datos los aporta Piaggio y para confirmarlos tendremos que esperar a que pasen por nuestro «laboratorio» en MOTOCICLISMO. Lo que sí te puedo contar son mis sensaciones a los mandos de las nuevas LX y S 125 en el exigente circuito… quiero decir, en las calles de Roma. Hacer una prueba en la capital italiana, además de emocionante, ofrece todo lo que necesitas analizar. Su denso tráfico te permite comprobar la agilidad, un sobresaliente asegurado en las Vespa; el comportamiento de sus suspensiones sobre el adoquinado y su descuidado pavimento es de aprobado raspado; y las salidas de los semáforos confirman lo que nos contaría después Piaggio en rueda de prensa, la aceleración desde parado es superior y, de hecho, es uno de sus puntos fuertes.
Casi se me olvida hablar sobre las Vespa en cuestión, pero el caso es que apenas han sufrido cambios estéticos. La LX es la versión más clásica y legendaria, que apenas se le ha cambiado algún embellecedor del frontal y la alfombrilla de goma del suelo. La S, por su parte, es más deportiva y juvenil siendo su seña de identidad el faro cuadrado que rememora la popular versión Primavera de los año 70. Para incidir en ese aspecto «sport» se han pintado las nuevas llantas de negro y el amortiguador delantero en rojo. Como no podía ser de otra forma, la gama cromática de las Vespa es infinita, casi lo mismo que los accesorios para personalizarla y el «merchandising» para vestirte de «piloto oficial». La LX y su versión Touring actualmente forman parte de la promoción «2RX» del Grupo Piaggio, con un descuento aproximado de 200 euros sobre su precio habitual.