Recurriendo al refranero español, a la BMW F700 GS, Honda NC700X, Kawasaki Versys 650, Suzuki V-Strom 650 bien podría aplicárseles aquello de que valen «tanto para un roto como para un descosido». Aunque en realidad van muchísimo más allá. Eso sí, está claro que buscan la mejor relación calidad-precio, de acuerdo a los duros tiempos que corren (para algunos), y en consecuencia pretenden ser accesibles para una mayor cantidad de público. Y todo ello siempre aportando un toque personal y diferenciador en cada caso. Ahí los fabricantes ponen su talento para disfrute del personal...
Saliendo por la puerta de la redacción de esta santa casa, localizada en medio de Madrid como muchos de vosotros sabéis, los que marchamos camino de esta prueba teníamos dos claras predilecciones. Por un lado, la BMW F 700 GS, y por otro, la Honda NC700X. Y es que por dimensiones y manejabilidad en distancias cortas, estas dos son las motos mejor dotadas, y eso que la moto del «ala dorada» es la más pesada de todas. Frente a ellas la Kawasaki Versys 650, que es realmente competitiva en este ambiente y la más ligera del lote sobre la báscula,está limitada por su mayor altura de asiento y centro de gravedad. Un paso más allá, con porte de maxitrail y dimensiones «XL» comparativamente, está la Suzuki V-Strom 650, que recordemos compartía parte de su base con la anterior V-Strom 1000, lo que os da una idea de sus medidas. Fijándonos en otros aspectos, más adelante veremos cómo se coloca en primera posición indiscutiblemente.
También le son muy favorables a Honda y BMW el funcionamiento de sus mandos y accionamiento de embrague y cambio. Son motos suaves y muy agradables, de tacto moderno y ciudadano. Algo más tosco es el embrague de la Kawasaki, mientras la Suzuki pasa por este aspecto inadvertida. Con todo, y a la hora de la verdad, saliendo desde parado en cualquier circunstancia o condición, ya sea sobre suelo mojado o seco, sobre asfalto en buen estado, o un resbaladizo paso de cebra, las cuatro responden con precisión y seguridad. Sus motores de dos cilindros progresivos y con las dosis de par justas a bajas vueltas permiten un rodar suelto y fluido, sin excesivos traqueteos, y muy aptas para conductores con poca experiencia a los mandos de un vehículo de dos ruedas. Con todo lo visto, hay un par de detalles de la Honda que la hace particularmente interesante en uso urbano, y que la coloca por delante de sus competidoras a pesar de ser la más «durita» de las cuatro en términos de confort. Y esto es el amplísimo hueco disponible bajo el falso depósito, y el casi «ridículo» consumo de combustible.
No hablamos precisamente de las del tren, sino las habituales de las grandes ciudades que nos ayudan a desplazarnos de una punta a otra lo más rápido y seguro posible. En estos ambientes, el orden de nuestra elección cambia un poco, porque si le vas a echar muchas horas encima de la moto cada día, la NC700X nos disgusta un poquito por la dureza de su asiento, que termina castigando las nalgas más de lo deseado. Una vez más, la F 700 GS nos sorprende por su finura y buen tacto, mientras que Versys 650 y V-Strom 650 se agradecen cuando la climatología es adversa, pues son capaces de protegerte del frío o el agua considerablemente mejor. Especialmente la última de las dos. En este sentido, destacar que a excepción de la moto europea, el resto tiene sus cúpulas regulables, aunque sus mecanismos no son precisamente sencillos.
Exigen algo de herramienta y sobre todo un poco de maña y tiempo, pero una vez ajustados, se aprecian. Personalmente, en la Honda y la Kawasaki me quedo con la posición más elevada independientemente de la utilización, mientras que en la Suzuki la más baja para evitar turbulencias rodando a velocidades elevadas. Ahora bien, todo depende un poco de tu altura y siempre es bueno probar en cada caso, que para eso las marcas te ofrecen esta oportunidad. Por cierto, que la extraña cúpula de la BMW, no regulable como hemos dicho, protege bien para lo que es en términos de tamaño y superficie. Sus sofisticadas formas algo deben tener que ver en ello.
Gracias a la gran polivalencia de nuestras «moto domésticas», llega el momento de plantearte ir un poco más allá de tus rutas habituales. De echar el día en una agradable excursión, solo o en compañía, disfrutando del paisaje y esas divertidas carreteras que salpican nuestra variada orografía nacional. Y es precisamente aquí, cuando salen a relucir las mayores diferencias de las cuatro protagonistas...
El propulsor de la F 700 GS, un bicilíndrico en paralelo como el de la Versys 650, resulta ser el más brioso y contundente. El más enérgico y con mejor respuesta en cualquier circunstancia. Por contra, es probablemente en el que lleguen al conductor mayor índice de vibraciones, nada exageradas, cuando la aguja del cuentavueltas se sitúa de mitad hacia arriba en el reloj. Y es probablemente el que emite un sonido más deportivo, y ruidoso, en estas condiciones. El motor de la NC700X, prácticamente derivado de la automoción por su arquitectura y que supone un nuevo concepto, es el más discreto en términos de prestaciones y comportamiento. Funciona a bajísimas vueltas, lo que por un lado es muy bueno, pero por otro carece del más mínimo brío a altas revoluciones, lo que puede no llegar a ser del agrado de algunos. Eso sí, su tacto es casi eléctrico, y sus palpitaciones nada molestas en ninguna circunstancia.
Una vez más, entre las cualidades de los dos motores mencionados, situados a los extremos en términos de comportamiento, se colocan los bicilíndricos en V de la V-Strom 650 y en paralelo de la Versys 650. El primero goza de una agradable y progresiva entrega de potencia, y quizá le falte algo de chispa en un momento dado cuando buscas un poco de emoción en zonas viradas. El segundo parece «sosillo» al principio, pero con chispa a medida que sube de vueltas y en el último momento muy eficaz. Es un tacto muy parecido al de la ER-6n, con quien comparte el propulsor, y aunque aparentemente le pegue más este comportamiento a la naked que a la trail asfáltica, sin duda tiene su público.
Cuando el tiempo no apremia y el rodar se convierte en placer por sí mismo, la Suzuki V-Strom 650 te recompensa con una protección aerodinámica mayor. Además, gracias a su práctica regulación de cúpula en tres posiciones, asiento amplio y mullido, y descansada posición a sus mandos, los kilómetros parecen pasar más rápido, o mejor dicho, menos cansados. También para el pasajero, que sin duda es el que dispone de mayor espacio, sin demérito del resto. De hecho, a excepción del duro y algo exiguo asiento de la NC700X, en el resto puedes plantearte un viaje a dúo con la tranquilidad de saberte a lomos de unas motos ciertamente confortables para lo que cuestan, y para su propia filosofía. A continuación, a cierta distancia de la Suzuki, la Kawasaki también se deja llevar con soltura y confort, aunque no protege tanto a nivel general, y tiene un aspecto algo criticable. Este no es otro que sus estribos adelantados y algo elevados, así que si eres de talla media-alta, puede llegar a incomodarte en las rodillas.
Honda y BMW, BMW y Honda, comparten bastante las dimensiones y buenas cualidades, pero la moto alemana dispone de un unas suspensiones más progresivas y confortables, y desde luego un asiento mucho más lógico pensando en largos desplazamientos. Así las cosas, nuestra favorita en ciudad, la NC700X, con permiso de la BMW como hemos señalado al principio, es la que menos nos agrada en autopista. Y eso que por posición de conducción es el colmo de la naturalidad. Así que resumiendo, si la V-Strom 650 nos parece enorme comparativamente en la gran urbe, es la mejor rutera tanto rodando solo como en compañía. Y a medio camino, con un plus en tacto y finura general, destacamos la F 700 GS sobre la Versys 650, que es de esas motos discretas que con el uso del día a día terminan por enamorarte.
A todo esto, y como último comentario dentro de tan específica sección como es el de recorrer kilómetros y kilómetros, consumiendo litros y litros de combustible, no podemos obviar el gasto que cada una de ellas hace para acometer los 100 km de distancia. A lo largo de esta prueba, el récord se lo lleva, como era de esperar, la Honda, con 4,2 litros. Esto es, uno de ventaja con respecto a la competencia. A continuación se situaría la Suzuki con 5,2 litros, seguida de BMW y Kawasaki con 5,4 litros en ambos casos. Como podemos observar, todos ellos son datos de lo mas ajustados, adecuados para este tipo de motos, y sin duda un punto a su favor. Y dos puntos a favor de la moto de la marca del «ala dorada» si el aspecto económico es primordial.
En ningún caso el talante deportivo está presente es estas cuatro trail urbanas, o trail asfálticas, según quieran denominarse. Y lo cierto es que ateniéndonos al tipo de neumático que montan y sus dimensiones generales, algunas son más «camperas» que otras (Suzuki y BMW más que Honda y Kawasaki), pero en realidad no hay que engañarse, y para hacer pistas, motos más acordes las hay y muchas en el mercado. Sea como fuere, a nadie le amarga un poquito de acción y algo de excitación a los mandos de su montura, y en cierta medida, las cuatro aportan su dosis de alegría.
La más «excitante» es la F 700 GS, tanto por el carácter de su motor anteriormente comentado, como por su agilidad, intuición, y buen comportamiento de suspensiones y frenos. Que por cierto son los que mejor tacto y mordiente ofrecen en unos equipos en general discretos aunque en todas las unidades probadas vienen con ABS. Las suspensiones de la BMW, algo blandas en según que momentos, pueden regularse, incluso el amortiguador electrónicamente en tres niveles (Confort, Normal y Sport), a través del ESA. Un control de tracción ASC desconectable es otro accesorio especial del que carecen sus rivales.
La Versys 650 y V-Strom 650 ruedan tras ella muy, muy igualadas, aunque cada una jugando sus bazas. La primera ofrece mejor agilidad y progresividad de suspensiones, aunque sean algo secas en ambientes urbanos y de asfalto irregular, mientras que la segunda, a pesar de ser realmente grande, se percibe muy firme en línea recta y cuando entra en las curvas va sobre raíles, ofreciendo grandes dosis de seguridad y confianza.
Algo rezagada queda la NC700X, con sus prestaciones más discretas. Realmente no tiene fisuras ni fallos de comportamiento. Es más, es increíblemente noble y hay que apretarla para poner en apuros sus frenos y suspensiones. Son motos de tacto agradable, precio accesible, consumo contenido, y polivalentes. Las hay más enfocadas a la ciudad, como la Honda NC700X, y otras a la ruta, como la Suzuki V-Strom 650. Y en el medio, BMW F 700 GS y Kawasaki Versys 650 juegan sus bazas. Y todas ellas, en toda su medida, son excelentes «moto domésticas».
En configuración de estricta serie y pensando en una utilización de lo más variopinta, la BMW F 700 GS nos parece la más completa y excitante. Sin embargo, a la hora de elegir habría que tener muy en cuenta el uso que le vas a dar, ya que como hemos visto las diferencias entre ellas es en algunos casos ostensible.
1º BMW f700GS
2º Suzuki V-Strom 650
3º Kawasaki Versys 650
4º honda nx700x c-abs