Honda Crosstourer. Primera prueba

Honda retoma el interés por las maxitrail con la Crosstourer, una "crossover" muy avanzada tecnológicamente, muy bien equipada y de prestaciones generosas.

Víctor Gancedo. Fotos: Honda

Honda Crosstourer. Primera prueba
Honda Crosstourer. Primera prueba

Honda mantiene la Varadero 1000 en sus catálogos, pero ese modelo es prácticamente el mismo desde su puesta en escena en 1999, así que está claro que el gran fabricante japonés no ha apostado demasiado fuerte por el segmento de las maxitrail en los últimos años. De este modo, viendo la evolución del mercado y comprobando la total hegemonía de la BMW R 1200 GS en esta categoría, en Honda han decidido reaccionar, desarrollando una nueva moto muy capaz y perfectamente preparada para hacerse un hueco importante entre las maxitrail. Ésta no es otra que la Crosstourer, una gran moto, no solo por sus dimensiones exteriores, sino también por el exclusivo propulsor V4 de 1.237 cc que la empuja y por la tecnología que incorpora.

Su precio de venta es de 15.599 €, y está claro que es un cifra elevada, pero si la estudias detenidamente, la verdad es que se puede justificar en gran medidad. Además del sofisticado motor V4 con cardan que declara 129 CV, el conjunto se ensambla en torno a un bonito y robusto chasis de doble viga de aluminio, y de serie incluye frenada combinada con ABS, control de tracción, acelerador electrónico, suspensiones regulables en dos vías, intermitentes de LED, cubremanos y una robusta parrilla portabultos, entre otros muchos detalles.

De este modo, y partiendo de que R 1200 GS cuesta 14.550 € en versión estándar, se puede decir que la nueva Crosstourer tiene un buen precio si tenemos en cuenta que a la BMW hay que añadirle un mínimo de 2.000 € si queremos que su equipamiento sea comparable al de la nueva Honda. Por tanto, y aunque la Crosstourer cuenta también con una larga lista de accesorios opcionales, se puede decir que su precio de partida es comprensible de acuerdo a su elevado equipamiento y a la tecnología que incorpora de serie.

A la hora de denominar a la nueva Crosstourer, Honda no hace referencia a las maxitrail. La firma japonesa prefiere catalogarla como una «Crossover», insistiendo sobre un concepto presentado con la Crossrunner hace aproximadamente un año, y continuado hace poco con la NC700X. De este modo, sus planteamientos están enfocados para una utilización mayormente en carretera, con un diseño que evoca a la aventura y al mundo del off road, y con una posición de conducción elevada que, además de muy confortable, permite un gran control sobre la moto y contribuye a que el campo de visión de su piloto sea muy amplio. Esto es lo que Honda entiende por el concepto «Crossover» y que refleja con la «X» (de «Cross») que este nuevo modelo luce en los dos laterales de su carrocería. La verdad es que estamos ante un producto realmente preparado para viajar, cómodo tanto para piloto, como para pasajero, y con un diseño que destaca por ser elegante y sofisticado al mismo tiempo.

El chasis y el motor de la Crosstourer derivan en gran medida de los utilizados por la VFR1200F. El asiento de la nueva «Crossover» se eleva 35 mm más que el de su hermana de carretera y su altura libre es 52 mm mayor, por no hablar de la elevación de los puños de su manillar. Por tanto, queda claro que la Crosstourer es una moto grande y voluminosa, pero también sabemos que Honda no se ha limitado a «levantar» su VFR1200F. Las reformas han ido mucho más allá.

Para la presentación internacional y primera prueba de la Crosstourer, Honda nos citó hace unos pocos días en la costa de Tarragona, para después realizar una animada y variada ruta por la región del Priorato. Además de buenos vinos y bonitos paisajes, en esta zona existen divertidas carreteras, con buen asfalto y muchas curvas, perfectas para las características de esta nueva maxitrail (nosotros si la vamos a catalogar así). La Crosstourer se puede adquirir en dos versiones, una con caja de cambios tradicional de seis relaciones y otra con transmisión por doble embrague que permite elegir entre tres modos, uno totalmente manual y dos automáticos (económico y deportivo).

Con las dos versiones diponibles, para empezar la ruta trazada por Honda, decidí hacerlo con la versión con caja de cambios convencional y maneta de embrague. Al situarte a su lado te das cuenta que es una moto alta, pero al tiempo es esbelta y no es especialmente voluminosa. Su depósito de casi 22 litros está bien integrado y no sobresale por los lados. El asiento está ubicado a 850 mm del suelo, pero la accesibilidad es buena si tu estatura supera los 170 cm. A sus mandos no se siente especialmente alta y su manillar, anclado sobre una torreta larga que lo proyecta hacia detrás y lo acerca a nuestro cuerpo, no cuenta con una anchura desmesurada como ocurre en otras maxitrail. De este modo, la posición de conducción es muy natural, con un asiento cómodo y no muy ancho en su parte delantera. De este modo no hay que hacer esfuerzos innecesarios para maniobrar a baja velocidad (eso sí, con la ayuda del motor). Honda declara un peso de 275 kg llena de gasolina (285 kg para la versión con DCT)  y por tanto conviene siempre utilizar el propulsor a la hora de maniobrar y hacerlo hacia delante. De lo contrario, lo recomendable es empujar la Crosstourer bajado de su asiento y con los dos pies en el mismo lado (particularmente, yo prefiero el lado izquierdo).

Desde el primer momento que arrancas el motor y aceleras en vacío, ya te percatas de que hay finura de funcionamiento y, al tiempo, su sonido ronco delata que también hay potencia disponible. Honda ha vuelto a conseguir una moto con ergonomía muy buena, tacto de mandos exquisito y un funcionamiento muy logrado. Quizás sí sientes un ligero cosquilleo cuando estiras su motor por encima de 8.000 rpm (corta en torno a 9.000 rpm), pero siempre dentro de unos valores normales. La verdad es que el V4, tanto por sonido, como por maneras, es un propulsor de los que te deja huella. Es muy «músculoso» a bajo y medio régimen, así que no requiere continuas estiradas. Honda declara que su momento de par máximo es a 6.500 rpm y el de potencia a 7.500 rpm, por lo que es en esa zona del cuentarrevoluciones donde deberemos insistir si queremos disfrutar de todo el potencial del motor.

Con cerca de 130 CV declarados, la Crosstourer es una moto alegre para tratarse de una maxitrail. En vías rápidas no echas de menos más prestaciones (quizás sí algo más de protección, pues su pantalla, incluso en la posicón alta, es un poco baja en el centro), y su rodar es firme y a aplomado. Luego, cuando comienzan las curvas, también sorprende gratamente y los «kilos» parecen desaparecer en gran medida.

Su agilidad no es de matrícula de honor, pero se deja llevar con una facilidad asombrosa. Quizás es recomendable apretar un poco la extensión de los hidráulicos en ambos ejes para reducir oscilaciones y conseguir un mayor equilibrio entre curva y curva. Entonces puedes realizar una conducción más fluida y aprovechar aún más el potente equipo de frenos delantero (con especiales pinzas de seis pistones, ABS y frenada combinada de serie).

Además, la Crosstourer incluye un inédito control de tracción desconectable, que actúa sobre el acelerador electrónico y no sobre el encendido, y que aporta un plus de confianza a la conducción. Como he podido comprobar, tanto en tierra, como en carreteras húmedas, funciona con mucha corrección y permite que te apliques sobre el acelerador con seguridad.

Si la versión con cambio convencional es muy agradable y fácil de conducir, aún lo es más la versión con DCT, especialmente si practicamos una conducción más relajada. Honda ha modificado el software y ahora el funcionamiento es más rápido e incluso más silencioso, especialmente entre primera y segunda, y viceversa.

Además, puedes montar una palanca de cambios digamos que convencional. Basicamente es un «interruptor» que se mueve con el pie y que nos permite trabajar mejor sobre el DCT, especialmente a los que estamos ya muy acostumbrados a hacerlo así.
El diseño de los pulsadores que encontramos en el lado izquierdo del manillar no es de lo más destacable de la moto. Si tu dedo pulgar no es especialmente largo, no estaremos muy cómodos a la hora de frenar fuerte y de tener que bajar marchas al mismo tiempo.

De todos modos, la verdad es que el DCT es una apuesta de futuro. Honda ya lo incluye en cinco de sus modelos y corren rumores de que otros fabricante están trabajando en sistema similares. De este modo, se puede decir que la Crosstourer es una adelantada a su tiempo, una moto que aporta interesantes novedades al segmento de las maxitrail, y que tecnológicamente hablando no tiene parangón en la categoría.