¿Cómo hacer un scrub?

El scrub es una de las maniobras más espectaculares que se ven en motocross. Los pilotos no lo hacen sólo de cara a la galería, sino que esta moderna técnica permite ganar un valioso tiempo al afrontar los saltos.

Marcos Abelenda | Fotos: Jaime De Diego | Colabora: Ander Valentin

¿Cómo hacer un scrub?
¿Cómo hacer un scrub?

Alguno dirá, y no le faltará razón, que los pilotos de los años 70 y 80 ya saltaban con sus motos totalmente inclinadas, y que Jeremy McGrath ya aplicó en los 90 su experiencia en BMX para «absorber» los saltos en supercross. Pero no hay duda que el pionero en dominar e impulsar definitivamente la técnica moderna de salto en motocross ha sido el estadounidense James Stewart. De hecho, el «scrub» se conoció inicialmente como «Bubba Scrub», en honor a Stewart, que en el circuito americano de Budds Creek, durante la temporada 2003 de los Nationals, dejó boquiabiertos a todos los presentes al inclinar su KX 125 justo a la entrada de un salto en pirámide para coger menos vuelo y aterrizar con su montura cuanto antes. «Stewart hace unas cosas muy raras con la moto», decía entonces el mismísimo Ricky Carmichael.

Sea como fuere, aquel gesto de Stewart permitía ganar tiempo en los saltos, por lo que pronto más y más pilotos empezaron a copiarlo y actualmente ya se pueden ver «escrubear» hasta a los chavales de las 65. Una maniobra que hoy en día parece imprescindible en el repertorio de cualquier piloto de cross que pretenda llegar a lo más alto internacionalmente. Ya que, además, ha condicionado desde su aparición el diseño de los circuitos, con saltos cada vez más empinados y obstáculos específicos en los que no hacer un «scrub» significa perder un valioso tiempo. Su uso implica grandes beneficios, pero también exige una buena técnica y un alto nivel de destreza por parte del piloto. No obstante, como todo, con mucha práctica podemos llegar controlarlo, como lo ha hecho el piloto navarro Ander Valentín -dos veces Campeón de España de MX2 y piloto de MXGP en 2016-, quien nos ha explicado las claves del «scrub» y cómo podemos entrenarlo.

Teoría

La finalidad de hacer un «scrub» es clara; reducir el tiempo de vuelo en un salto para que las ruedas vuelvan a tocar el suelo cuanto antes y así poder abrir gas, que es como más rápido se va en una moto. Esta técnica nos permite, digamos que, «volar más rápido», pues aunque recorremos los mismos metros en horizontal, los que haya entre la rampa de un salto y su recepción, ascendemos menos en vertical; con lo que dibujamos una parábola menos acentuada y por lo tanto más corta y rápida. «Además del tiempo que ganamos al estar menos segundos en el aire -nos explica Ander Valentin-, la gran ventaja de hacer un «scrub» es que nos permite abordar un salto a mayor velocidad de la normal, sin que ello signifique que nos vayamos largos en la recepción. De hecho, el gesto consiste precisamente en eso, en evitar la última parte de la rampa del salto, haciendo ésta más corta y pequeña, con lo que podremos llegar bastante más rápido sin miedo a pasarnos».

En efecto, «scrub» significa en inglés «restregar», que es lo que se ha de hacer con la moto contra la cresta de un salto, de tal manera que las ruedas apenas rocen la tierra y evitamos así tocar la última parte de la rampa. La ganancia es doble, porque además de acortar la rampa, también «matamos» el rebote de las suspensiones, que aunque se extienden, lo hacen cuando la moto ya está tumbada y paralela al suelo, provocando sólo que los flancos de las ruedas se restrieguen -o «escrubeen»- por la tierra, pero sin catapultarnos hacia arriba en el aire. Resumiendo, las ventajas teóricas de hacer un «scrub» son que podemos entrar bastante más rápido en un salto sin pasarnos la rampa de aterrizaje, y que además reducimos el tiempo de vuelo al procurarnos una rampa más corta y también por limitar el efecto rebote de las suspensiones.

Práctica

Entrada

«Debemos abordar la rampa con una trayectoria no recta, sino un poco diagonalnos dice Ander–, y hacia el lado contrario al que vamos a hacer el «scrub». O sea, que si en el aire vamos a inclinar la moto hacia la derecha, encararemos en salto un poco hacia la izquierda, casi como si quisiéramos aterrizar fuera del circuito. También conviene llegar con bastante velocidad, más de lo normal para el mismo salto, por lo que aceleraremos suficiente antes de llegar a la rampa. Si dudas y entras despacio, la rueda trasera tocará con la cresta y saldremos por orejas. Una vez en la cresta de la rampa, no debemos tocar ninguno de los mandos; ni acelerador, ni embrague ni ninguno de los dos frenos. ¡Ojo! sobre todo en los “scrub” hacia la izquierda, de no pisar el freno trasero antes de despegar, porque entonces la moto nos sacará despedidos de cabeza tan pronto la rueda trasera toque bloqueada la cresta del salto».

Scrub

«Cuando la rueda delantera esté ya en el último metro de la rampa, giraremos el manillar hacia el interior y tumbaremos la moto, ejerciendo fuerza con los brazos y la rodilla del exterior, y sacando al mismo tiempo del estribo el pie del interior. Debe ser un gesto rápido, empujando la moto hacia abajo como si quisiéramos ponerla debajo de nosotros, mientras nos quedamos rectos sobre ella. Notaremos cómo la rueda delantera desliza justo en la cresta del salto y a continuación, al tumbar la moto, cómo la trasera empieza a despegar del suelo».

Vuelo y aterrizaje

«Ya en el aire, nos quedaremos con el cuerpo recto, con el pie del exterior apoyando fuerte sobre la estribera, con lo que tendremos un buen equilibrio sobre la moto. Inmediatamente, con los brazos, que en ese momento han de estar extendidos, tiraremos con firmeza del manillar hacia arriba y también haremos fuerza con las rodillas sobre el depósito para tratar de enderezar la moto. Como siempre, debemos acelerar antes de que las ruedas toquen el suelo para asegurarnos un aterrizaje más seguro. Eso nos ayudará a estabilizar la moto en caso de aterrizar algo descontrolados».

Cómo entrenar

En primer lugar, conviene destacar que para hacer un «scrub» requiere un nivel de pilotaje medio-alto, sobre todo con suficiente experiencia para conocer y dominar bien las reacciones de la moto en el aire. «No es una maniobra realmente complicada en sí -nos comenta Ander-, pues hay otras cosas más difíciles de hacer en motocross. Pero claro, al tratarse de un salto y requerir cierta velocidad, el golpe en caso de caída seguramente será más fuerte que, por ejemplo, practicando roderas. Todos nos hemos caído alguna vez entrenando a hacer un “scrub”. Lo más apropiado es intentarlo primero en saltos tipo pirámide, no muy altos ni pronunciados, pues ahí la velocidad resulta menor y tampoco se vuela mucho. Entraremos en la rampa un poco más rápido de lo habitual y probaremos a inclinar ligeramente la moto en la cumbre. Tenemos que probar muchas veces, inclinando poco al principio, y poco a poco cada vez más, para conocer las reacciones de la moto, y también de qué manera nos encontramos nosotros más cómodos haciendo la maniobra».

«Porque esto es igual que los saltos, no existe una manera única, exclusiva y matemática de saltar, sino que depende un poco de las características del propio obstáculo y también de nuestra particular forma de pilotar. Una vez que nos va saliendo, conviene entrenar el «scrub» tanto para la derecha como para la izquierda, ya que en las carreras a veces tendremos que hacerlo para un lado o para el otro según nos lo exija el salto o la propia competición. Por cierto, es importante señalar que el «scrub» nos ayuda a mejorar nuestra velocidad en la pista, pero también resulta una técnica cansada debido a la fuerza que hacemos con los brazos y las piernas, por lo que tampoco es recomendable hacerlo en todos los saltos y durante todas las vueltas. Hay que verlo más como un recurso para marcar una vuelta muy rápida, para ganar tiempo en cierto salto concreto, aumentar el ritmo para distanciarnos de un rival que nos sigue de cerca, y también para hacer un adelantamiento», concluye nuestro joven maestro Ander Valentin.