“Nieva y nadie dice nada / quedan solo las pisadas / de los que salen de escena", canta Ismael Serrano. En Assen, se apagan las luces tras un fin de semana con dos protagonistas: la nieve y Álvaro Bautista. Mientras la Catedral se va quedando en silencio, junto a las pisadas, en el recuerdo de la nieve se dibuja un 19.
SBK: LAS LLAVES DE LA CATEDRAL
Desde que Álvaro Bautista comenzó su racha triunfal en Phillip Island, las esperanzas de Jonathan Rea y Kawasaki tenían una línea roja: Assen. Un circuito a priori menos propicio que los anteriores para la Ducati Panigale V4 R, y en el que Rea había construido su propio fortín, convirtiendo la Catedral en su propio templo, que prácticamente privatizó cuando fichó por Kawasaki.
El viernes llegó la incertidumbre, que se mantuvo el sábado pese a la consecución de la Superpole por parte de Bautista: una bandera roja dejó a Rea y muchos otros sin poder marcar el tiempo. Y la carrera no llegó: la nieve se encargó de cortar abruptamente la jornada y dibujar un domingo para los más nostálgicos del WorldSBK. Dos carreras largas, misma parrilla, separadas por unas horas de diferencia. Con no hace tanto.
La octava posición de Rea en parrilla hizo que Bautista optara por tirar de inicio. Cuando el norirlandés se puso segundo, el de Ducati tenía algo de renta, más energías y más gomas. Todo se le había puesto de cara y no falló, firmando la décima consecutiva, otra vez de principio a fin.
En ese momento, todavía existía la percepción general de que, si comenzaban la carrera juntos, Bautista y Rea podrían rodar a un ritmo similar y ofrecer un espectáculo final. Rea estaba como loco por comprobarlo y realizó una salida memorable, ganando cinco puestos antes de la primera curva, pasando a Michael van der Mark en la segunda y colándose ante Bautista en apenas unos segundos.
Ninguno de los dos lo esperaba. En cabeza, Rea tenía que elegir entre poner un ritmo fuerte e irse con Bautista o ralentizar para intentar tender una trampa al talaverano. Dejó a un lado el conformismo y eligió la segunda, seguramente con la intención de recuperar de una tacada un buen puñado de puntos. Dicho de otra forma: todavía sigue pensando en el título como prioridad.
Para Bautista, se presentaba el panorama más incierto desde su llegada. Su ritmo no era tan superior como en las tres citas anteriores, y tenía delante al dominador de Assen, crecido tras su majestuosa arrancada. Para muchos, un dardo envenenado. Para un piloto que vive el momento más dulce de su vida y lleva diez victorias consecutivas, un desafío fascinante.
Resistió un rato detrás, superó a Rea y empezó a subir el ritmo. Detrás, Chaz Davies y Michael van der Mark le echaban un cable superando a Rea, que cuando logró volver a ponerse segundo, solamente pudo contemplar cómo Bautista se escapaba décima a décima, claudicando una vez más y entregando de forma simbólica las llaves de la Catedral y, con ellas las del Mundial de Superbike al español, que ha silenciado a todos los críticos a base de ganar no solamente once carreras seguidas, sino superando diferentes situaciones y en trazados muy variopintos. Ya nadie dice nada y quedan solo las pisadas de los que salen de escena.
Para colmo, Jonathan Rea pagó el desgaste inicial y no pudo sostener su ritmo, viéndose atrapado por Michael van der Mark. El local le superó a tres giros del final y, aunque Rea sacó fuerzas de flaqueza para batallar con él, finalmente acabó con su racha de segundas posiciones, pero al revés de lo esperado.
Después de diez carreras donde Bautista y Rea monopolizaban el 1-2, fue Michael van der Mark el que cruzó la frontera. Señalado por muchos como el futuro de Superbike, como el elegido para desafiar a Rea, este año no solamente se había visto eclipsado por la irrupción de Bautista, sino por su propio compañero Alex Lowes, que hasta Assen llevaba cuatro podios y había acabado delante suyo en ocho de las nueve carreras.
Pero en Assen, VD Mark siempre encuentra un plus: allí ganó en Supersport, hizo dos podios en su año de debut en SBK con Honda, repitió otro cajón al año siguiente y en 2018 hizo doble podio con Yamaha. Con los de este año ya lleva siete podios en diez carreras ante su público en la categoría reina del WorldSBK.
En clave española, Jordi Torres se citó con Toprak Razgatlioglu para un doble duelo por ser el mejor independiente, que ganó en la primera manga (8º) y perdió en la segunda (10º), sumando 14 puntos más para mantenerse en el top ten de la general y acercarse al mejor independiente: Marco Melandri, al que tiene a 20 puntos. En su debut, Héctor Barberá no pudo puntuar, tras ser 16º en ambas carreras.
WSS: CARICASULO APARECE
El italiano Federico Caricasulo despertó de su letargo a la cuarta carrera del año. Después de tres terceros puestos consecutivos, el italiano consideró que ya había tenido suficiente regularidad y, en la última vuelta de Assen, le salió el depredador que lleva dentro y lanzó un ataque sobre su compañero Randy Krummenacher para darle el primer doblete de la temporada al Bardahl Evan Bros, el equipo de moda dentro de la tiranía de Yamaha en Supersport.
Tras ellos, Thomas Gradinger se colaba delante de Jules Cluzel para cosechar el primer podio en la historia de Austria en la categoría, con Lucas Mahias llegando junto a las Yamaha pero sin poder plantarles cara. Entre los españoles, Isaac Viñales fue octavo y María Herrera 19ª.
SSP300: CHICANE REMAKE
Última vuelta en Assen, dos pilotos quieren entrar a la vez en la chicane final, se tocan y uno tiene que cortar la chicane y entra vencedor en meta. Una película ya vista que se repitió en Supersport 300, con Manu González como protagonista y ganador con suspense. El que sí fue penalizado fue el antagonista, Jan-Ole Jahnig, sancionado con perder una posición que le hizo ceder su segundo puesto ante Scott Deroue.
Ana Carrasco luchó por la victoria hasta el último sector, pero finalmente fue octava. También puntuaron Marc García (11º) y Paquito Gómez (14º), quedando fuera Mika Pérez (17º), Borja Sánchez (18º), Marc Luna (20º) y Ferrán Hernández (23º), mientras que Beatriz Neila no entró entre los clasificados para salir a carrera.