No es el amarillo un color muy querido en algunos círculos, donde se le considera como símbolo de mala suerte. Por eso, cuando el sábado por la mañana Ducati descubrió la decoración especial de las Panigale V4R del Aruba, hubo quienes lo vieron como una forma de tentar a la suerte en una temporada en la que no les hace ni falta.
La suerte puede decidir campeonatos a favor de un piloto cuando la igualdad es manifiesta y el título se decide en pequeños detalles. Cuando la superioridad es abismal, lo único que hace falta es que la mala suerte se mantenga lejos. De ahí que los supersticiosos se llevasen las manos a la cabeza al ver aparecer el ‘Popolo Giallo’ en la cita de Misano.
Un rato después, Álvaro Bautista y Michael Rinaldi festejaban un doblete para el delirio de los tifosi congregados el sábado en las gradas del Marco Simoncelli, donde solamente Toprak Razgatlioglu evitó un triplete, ya que Axel Bassani concluyó cuarto. La superioridad de la Panigale V4R -elevada a la categoría de abuso en las manos de Bauti- se impuso sobre cualquier maldición.
No solo eso: el domingo, en la carrera corta, Razgatlioglu pudo apretar a Bautista y llegar con él a los giros finales. En ese contexto, donde el amarillo podría haber hecho de las suyas, la carrera se acabó decidiendo casi con una moneda al aire: una bandera roja ponía fin a la misma… apenas unos segundos después de que Bautista superase al turco.
Y es que este año a Bautista le sale todo, hasta el punto de que, en el momento de la caída que acabaría provocando la bandera roja, el talaverano todavía estaba detrás del de Yamaha. Al fin y al cabo, el amarillo siempre ha sido el color de Bautista, así que no es de extrañar que le trajese la pizca de suerte necesaria para mantener su racha de victorias.
Una racha que extendió todavía más unas horas después, volviendo a demostrar que cuando la carrera dura media hora sigue muy por encima del resto. De nuevo, Razgatlioglu volvió a colarse en segunda posición, ayudado por la caída de un Rinaldi que no pudo completar el pleno de podios y abrió las puertas del cajón a su ya archirrival Bassani.
La fiesta de los italianos fue total. Si en Superbike volvieron a ver un triplete de victorias de Ducati -y siempre con dos Panigale en el podio-, en las otras dos categorías fueron sus pilotos los que subieron a lo alto, con Nicolò Bulega sumando otra victoria el sábado comandando un triplete local seguido por Stefano Manzi y Federico Caricasulo.
Manzi se tomó la ‘vendetta’ el domingo al batir a Bulega con Marcel Schrotter poniendo a la otra marca italiana en el cajón; mientras que en Supersport 300 el local Bruno Ieraci se destapó aprovechando su retorno a la categoría como wild card, superando el sábado a Mirko Gennai y Humberto Maier, y el domingo a Dirk Geiger y Petr Svoboda.
CLASIFICACIONES WORLDSBK 2023 TRAS MISANO