Una de las razones por las que el British Superbike se ha mantenido como un campeonato sano y atractivo incluso fuera de sus fronteras es porque a su organización nunca le tembló la mano a la hora de tomar medidas tildadas de "revolucionarias" o "radicales". No tuvieron problema en crear y/o adaptar el sistema de puntuación de la NASCAR –con el famoso Showdown– después de que Leon Camier se alzara campeón en 2009 teniendo todavía buena parte de la temporada por delante. Tampoco se cortaron cuando la electrónica empezaba a restar espectacularidad a las carreras, prohibiendo directamente el control de tracción e implementando una centralita única. Pues bien, esta misma organización se plantea ahora revolucionar la categoría de Moto2 tal como la conocemos con la creación de la British GP2.
Esta nueva British GP2, que se pondrá en marcha a partir de 2018, se convertirá en la categoría intermedia del campeonato junto a la tradicional de Supersport que tanto espectáculo ha dado. Y con "junto" me refiero, literalmente, a que correrán en la misma parrilla pero formarán una clasificación distinta. En este nuevo campeonato se aceptarán máquina similares a las que hemos visto ya en otras ocasiones, es decir, motores Honda de 600cc con una parte ciclo a desarrollar de forma independiente. Cualquier máquina actual de Moto2 será automáticamente aceptada en esta nueva parrilla pero la revolución llega con la introducción de distintas marcas y distintos motores.
Porque en el BSB no quieren sólo motores de una compañía y han decidido dar la bienvenida a cualquier motor de cuatro cilindros de 600cc o incluso de tres cilindros de 675cc. Esto quiere decir que se podrá participar con motores Kawasaki (que en Supersport han demostrado ser muy competitivos), Yamaha (actuales campeones en SSP), Suzuki y, por supuesto, Honda. En configuración tricilíndrica tendríamos los antiguos motores de Triumph Daytona y los actuales de MV Agusta provenientes de la F3 675.
"Estamos en un punto crítico en esta categoría. Estábamos preocupados porque los fabricantes habían dejado de producir motos deportivas de 600cc, lo que directamente afecta a la sostenibilidad de un campeonato de Supersport. La integración de motos independientes con chasis de competición pero con motores de fábrica se ha mostrado similar a nivel técnico a las Supersport de chasis de serie y motor preparado.
En el Campeonato del Mundo de Moto2 se encuentran en un momento de migración hacia una nueva generación de máquinas y motores de Moto2, lo que permitirá la llegada al mercado de mecánica anteriormente no accesible. Esto, en conjunto con el interés de compañías independientes en crear mecánica de competición, hace que estemos en un momento ideal para refrescar esta categoría.
Personalmente tengo muchísimas ganas de ver el nivel de estas máquinas en el BSB. Creo que el público apreciará el espectáculo y los pilotos y equipos se verán beneficiados al tener la oportunidad de desarrollar sus chasis".
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