Superbike

Entrevista con Carl Fogarty: "Cuando gané el TT, entendí el riesgo al que te exponías"

Carl Fogarty es el piloto con más títulos en el Mundial de Superbike, un hombre controvertido, que ha corrido casi todo y con el que he tenido la suerte de hablar con una cerveza en la mano.

Sergio Romero

5 minutos

Entrevista con Carl Fogarty: "Cuando gané el TT, entendí el riesgo al que te exponías"

Carl Fogarty, Foggy, como le conocen en el mundillo, empezó a destacar en el Campeonato del Mundo de Formula TT, que ganó tres veces, para luego dar el salto al recién creado Mundial de Superbike, donde consiguió hacerse con el título en cuatro ocasiones (1994, 1995, 1998 y 1999). Pero lo que lo convierte en un piloto diferente es que combinó esos primeros años al máximo nivel en circuito con el Tourist Trophy de la Isla de Man, donde ganó en tres ocasiones y tuvo el récord de vuelta rápida desde 1992 hasta 1999.

Su carácter también le hizo ser querido y odiado al mismo tiempo, pero después de 15 años sin correr Foggy se ha vuelto mucho más cercano, como pude comprobar en la fiesta de presentación de la Triumph Bobber, donde hacía de embajador de la marca. Antes de empezar a hablar le enseño en el móvil una foto de carrete tomada por David Collister en el TT de 1988, que casualmente me ha mandado dos días antes, en la que se distingue una moto con dorsal 45 saltando.

¿Sabes quién es?

¡Soy yo! Casi no me acordaba, fue mi primera salida en el TT con una Honda RC30, es en el rasante de Ballacry.

¿Cómo empezaste en el mundo de las motos?

Mi padre corría en moto, así que me llevaba a las carreras desde pequeño y cuando estás en este ambiente a esa edad es muy fácil que sea lo que quieras hacer de mayor. Mi padre corrió el TT de la Isla de Man y para mi era como ir de vacaciones, dos semanas en las que no iba al colegio, desde los siete hasta los 14 años. Fue una época fantástica, desde entonces siempre quise ganar el TT. Muchos de recuerdos de pequeño son de la Isla de Man, un lugar que no tiene nada que ver con otro en el mundo, mágico.

 

Mi padre corría el TT y para mi ir a la Isla de Man era como ir de vacaciones.

 

Terminó segundo detrás de Joey Dunlop en su primera carrera en 1977 y fue compañero de equipo de Mike Hailwood en el 78 y en también el 79. Para mi, con la mentalidad de un niño, no era algo de lo que me preocupase, no veía el peligro que entraña esta carrera. Cuando gané yo sí que entendí el riesgo en el que pones tu vida. En ese momento pensé que tenía que centrarme en el Mundial de Superbike, ya había ganado en la Isla de Man, así que me dije: he ganado esto, vamos a seguir adelante...

¿Puedes explicar las diferencias entre correr en el TT y un circuito normal?

No tiene nada que ver... El estilo de pilotaje, en circuito das el 100 por cien y en el TT también lo tienes que dar pero de otra manera, es un cien por 100 en el que te dejas algo de margen en algunos sitios, en los que tienes más riesgo das el 80 por cien, pero es tan duro ganar que al final tienes la sensación de haberte esforzado más. No tiene nada que ver con una vuelta al TT a tu máximo con una Donington Park tirando a tope, en el circuito vas muy inclinado, con los neumáticos deslizando y apurando cada metro. Esto no lo puedes hacer en la Isla de Man. Cambia mucho pero yo tenía la suerte de poder combinarlo, de ir rápido en la carretera y en la pista.

Cuando gané el TT entendí el riesgo en el que pones tu vida.

Mucha gente recuerda el TT de 1991 contra Hislop como compañero de equipo ¿Cómo fue aquella carrera?

Para mi el mejor fue el año siguiente, cuando yo iba en la Yamaha y Hislop en la Norton. Debería haber ganado la primera carrera, iba líder con 35 segundos a una vuelta del final y la caja de cambio se rompió. El Senior TT de ese año es una de las carreras míticas, batí el récord pero perdí por tres segundo con Hislop. El año anterior, 1991, éramos compañeros de equipo pero fue un mal año para mi, solo pude hacer una carrera y tuve que compartir la moto con Joey Dunlop durante la semana de entrenamientos que hay en el TT.

No era la mejor forma de ponerla a punto, además en la carrera la moto fallaba de encendido, de hecho Steve casi se estrella contra mi una de las veces que el motor dejó de empujar y el venía a mi rebufo. No debería haber corrido ese año para hacer una sola carrera, fue un error, compartir una moto en el TT y correr una única carrera es estúpido. Pero Honda quería que fuese para llevar la RVF y luchar contra las Yamaha.


En la Isla de Man siempre se cuenta la historia de que el ingeniero japonés jefe de vuestro equipo tuvo que hacer una reunión con vosotros para que no siguiese el pique y no os acabaseis matando ¿Es cierto?

Sí lo es. Cada tarde batíamos el récord del circuito, así que nos juntó para que nos relajáramos. Los dos le escuchamos pero luego le ignoramos y volvimos a ir al límite. Hizzy (Steve Hislop) era un buen amigo, vino a mi boda, teníamos buena relación. A principios de los noventa la cosa no era así, le odiaba hasta que le gané en 1990. Después me fui al Mundial de Superbike y él se quedó corriendo en las road races y en el BSB, así que no nos veíamos tanto.

Odiaba a Steve Hislop hasta que le gané… luego fue un buen amigo, vino a mi boda.

¿Cuál ha sido tu mejor moto?¿Y tu mejor y peor recuerdo?

La mejor que he pilotado fue la Ducati 916 de 1995, en mi segundo año con la marca, era perfecta, hacía todo lo que le pedía, todo. Se adaptaba muy bien a mi estilo de pilotaje. Tengo muy buenos recuerdos, pero el mejor de todos es cuando gané el campeonato en Australia por primera vez, en el otro lado del mundo. Peores hay más, el accidente de Australia en el año 2000 que me obligó a retirarme o el GP de Inglaterra. Iba tercero en esa carrera y al salir de una curva en la última vuelta noté que me quedaba sin gasolina y la moto empezó a fallar.

 

Fue realmente frustrante. No había visto la moto hasta el viernes de la carrera y esa tarde terminé segundo por detrás de Schwantz. Pensé: madre mía, esta moto no hace nada de lo que quiero y estoy segundo... Hubiese estado bien ganar el GP pero no es fácil con una moto prestada y contra los mejores del mundo en aquel momento no era fácil.

La mejor moto que he pilotado es la Ducati 916 de 1995.

 

Hablando de GP ¿Cómo es el paddock de SBK comparado con el de MotoGP?

El ambiente de SBK cuando yo corría era increíble, lleno de gente, pero cuando llegó MotoGP en el año 2003 Superbike se resintió. Desde ese día hasta ahora no ha sido fácil, ya que hay dos campeonatos de motos de 4T y 1.000 cc. Antes había uno de 2T y otro de 4T, con lo que había sitio para los dos. Tuve la suerte de correr en la mejor época, cuando había dinero, grandes equipos y las marcas japonesas lo apoyaban.

Tuve la suerte de correr en los mejores años de SBK; con dinero, marcas y equipos.

¿Cómo nace tu relación con Triumph?

Siempre he sido un fan de Triumph, es una marca icónica, cool, británica... He estado 15 años desvinculado de las marcas y el año pasado me pidieron que me uniera a ellos, en el lanzamiento de la Thruxton. Nadie me preguntó porqué estaba allí, eso fue una buena señal. Así que me estoy muy contento de ser embajador de la marca, tienen un ambiente distendido, relajado, rock 'n' roll... es fácil trabajar con ellos.

¿Qué piensas del movimiento de las clásicas modernas?

Se está haciendo muy grande, puedes pensar que es para gente mayor pero incluso los jóvenes miran este tipo de motos y dicen: molan... Me gusta ver el metal, los cromados, los motores, la esencia de las motos. Las superbike ya no están de moda.

Cuando ya nos hemos tomado todos unas cuantas cervezas veo a Cal hablando con James Witham y otros amigos, la última pregunta ¿Porqué no ganaste con la Honda en el 1996 cuando todavía eras King Carl?

La RC-45 tenía mucha aceleración y una gran velocidad punta, era una moto muy rápida, pero no tenía agarre en medio de la curva. Ese era mi punto fuerte, así que no podía aprovecharlos y había circuitos donde perdía mucho, como en Albacete. Allí llegué con posibilidades de ganar todavía pero fue imposible hacerlo bien.