El español Jordi Torres no disputará la temporada 2020 del Campeonato del Mundo de Superbike con el MIE Althea Racing, por el que fichó a última hora para correr junto al japonés Takumi Takahashi, un certamen que iba a compaginar con la Copa del Mundo de MotoE y el Campeonato de España de Superbike. La tardanza en su fichaje le hizo no poder debutar en la ronda de Phillip Island, y estaba previsto que su estreno con el equipo fuese en la ronda de Jerez.
Sin embargo, la pandemia del Covid-19 ha obligado a rehacer todos los calendarios, que han tenido que ser reducidos y comprimidos en pocos meses. Esto ha provocado un notable aumento de las incompatibilidades en el calendario para el piloto de Rubí, cuya prioridad está en la categoría eléctrica. Por lo tanto, Torres y el MIE Althea han decidido, de mutuo acuerdo, separar sus caminos antes de la reanudación de la temporada.
Así Torres podrá centrarse en MotoE y disputar cuatro de las seis rondas del ESBK (no podrá acudir a Navarra y Valencia al coincidir con MotoE), dejando en las otras dos su puesto en el Team Honda Laglisse al colombiano Yonny Hernández.
Para sustituir al piloto español, el MIE Althea Racing ha recurrido a su piloto en el CIV Superbike, al que han retornado en este curso: Lorenzo Gabellini. El joven piloto italiano se proclamó campeón nacional de Supersport el año pasado, y en este 2020 ha dado el salto a la máxima categoría del Campionato Italiano Velocità con el Althea Racing, siendo el único piloto de la parrilla en llevar la nueva Honda CBR1000RR-R.
Su estreno llegó el anterior fin de semana en el Autódromo del Mugello, donde fue una de las sensaciones: en la primera carrera acabó cuarto tras rozar el podio, siendo quinto en la segunda. Un buen rendimiento que le permitirá debutar en el Mundial de Superbike, si bien ya tiene experiencia en el WorldSBK, ya que corrió una carrera de la antigua European Junior Cup en 2014, y tres en el Mundial de Supersport: dos en 2018 y una el pasado 2019, siendo sexto como wild card en Misano.