Una de las últimas malas noticias, que vio la luz el pasado 11 de julio, ha sido la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido, IVA general para los amigos. El ubicuo gravamen pasará del 18 al 21 por ciento el próximo uno de septiembre, es decir, subirá nada menos que tres puntos. Existe también el IVA reducido, que pasa del ocho al 10 por ciento y el superreducido (cuatro por ciento).
Por tanto, nos queda un mes para poder comprar una moto nueva con una imposición de «solo» el 18 por ciento. No hay que perder de vista que la subida del IVA va a afectar a casi todo lo relacionado con la moto: equipamiento, repuestos, gasolina, etc.
Como diría el Gobierno, no hay que ser derrotistas y perder la confianza. Si teníamos pensado comprar una moto para alegrarnos el verano... y el resto del año, ahora es el momento. No solo te ahorrarás los tres puntos de aumento del gravamen, sino que tendrás moto nueva. Una razón muy poderosa para disfrutar de este año que se está mostrando bastante cretino. La crisis, la falta de confianza, la «volatilidad de los mercados» (sea lo que sea lo que signifique), te frenaba en la compra de tu sueño de dos ruedas. Bueno, pues da las gracias a los señores Rajoy, De Guindos, Montoro y compañía, pues te lo han puesto a huevo. Ahora o nunca. Que no te coja la subida de los tres puntos de marras, ¡haz tu agosto! Además, ten en cuenta que al concesionario lo vas a poder apretar. Nunca hemos vivido tanto en un mercado de oferta, donde el cliente es el rey. Sabiendo jugar bien tus cartas, no solo te ahorrarás la subida del IVA, sino que podrás negociar un buen descuento y, quien sabe, hasta algo de equipamiento para ti o para tu sueño de dos ruedas. Venga, que hay algo peor que la muerte, el tener la sensación de no haber vivido.
Y vosotros qué pensais ¿Compraréis vuestra moto antes de la subida del IVA?
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