Sobre los problemas financieros de Pierer Mobility se ha venido hablando mucho en los últimos meses, mientras la compañía intentaba atajar la situación, pero tras fracasar su intento de obtener financiación externa para cubrir su caída de ingresos y su creciente deuda, Pierer Mobility Group (PMG) ha puesto en marcha un procedimiento de reestructuración judicial que le permita reorganizar la compañía, salvaguardar su existencia y renegociar su deuda con sus acreedores.
El centro de la intervención es KTM AG, que concentra el 95 % de la facturación de PMG, a través de sus diferentes marcas: KTM AG (que incluye KTM Racing, su filial de competición), KTM Components y KTM F&E.
PMG ha emitido un comunicado en el que detalla el procedimiento, en el que reconoce abiertamente hablar de pérdidas en torno “a los tres dígitos” de millones, es decir, casi 1.000 millones de euros. En el balance de resultados del primer semestre de 2024, el grupo presenta una deuda de 1.488 millones de euros, sobre una facturación neta de 2.700 millones.
Ahora PMG, que solicitará el próximo 29 de noviembre la apertura del procedimiento de reestructuración judicial, y el juzgado le concederá un plazo de 90 días para presentar su plan de reestructuración, en el que debe demostrar que tendrá capacidad para pagar al menos el 30 % de la deuda en un plazo de dos años, procediendo a la cancelación posterior del resto de la deuda, quita que no podrá afectar a los salarios de los empleados ni a las indemnizaciones por despido, porque se prevé que habrá una importante reducción de personal. Se estima que habrá 600 despidos en los próximos seis meses.
En el comunicado no se han aclarado ningún detalle sobre otras marcas de la compañía, como GasGas y Husqvarna, o la recientemente incorporada MV Agusta, ni tampoco sobre el futuro de la implicación del fabricante en competiciones como MotoGP, que tiene un elevado coste, aunque Pit Beirer y Hubert Trunkenpolz, del equipo directivo de KTM, han asegurado a Speedweek que seguirán en MotoGP la próxima temporada.
La enorme deuda de PMG tiene su origen en la pandemia, con una caída de la producción en la industria motociclista por problemas de suministro de componentes y una creciente demanda de motos por parte de los usuarios que buscaban una movilidad más segura. KTM apostó por incrementar su producción de forma notable confiando en incrementar sus ventas, pero no ha encontrado en el mercado la respuesta esperada. Algunas fuentes cifran su stock de motos en 100.000 unidades.
Después de haber fracasado su intento de financiación, una de las posibles opciones que se barajan para reflotar la empresa sería la entrada de un nuevo accionista en la compañía, que cambiaría el reparto actual del accionariado. Precisamente por eso, PMG ha solicitado la apertura del procedimiento judicial porque evitaría que esto se produjera y que el control de la compañía cambiara de manos. Actualmente el 74,9 % de PMG está en manos de la sociedad Pierer Bajaj AG, participada en un 50,1 % por Pierer Industrie AG y en un 49,9 % por Bajaj Auto International Holdings BV, división europea de inversiones del grupo indio.
Si Bajaj ampliara su participación en PMG, Stefan Pierer perdería el control de la compañía, algo que, por otra parte, debería ser una consecuencia lógica a esta situación, ya que quien provoca el problema no puede ser también la solución del mismo.
A continuación, os ofrecemos íntegro el comunicado emitido ayer por Pierer Mobility AG:
PIERER Mobility AG: KTM AG prepara la solicitud de procedimiento de reestructuración judicial con autoadministración
KTM AG, filial 100 % de PIERER Mobility AG, solicitará el 29 de noviembre de 2024 la apertura de un procedimiento de reestructuración judicial con autoadministración (Sanierungsverfahren unter Eigenverwaltung). Las necesidades de financiación de KTM AG ascienden actualmente a una elevada cifra de tres dígitos en millones. La dirección no espera poder conseguir a tiempo la financiación provisional necesaria.
Por ello, el Comité Ejecutivo de KTM AG ha decidido hoy presentar una solicitud para iniciar un procedimiento de reestructuración judicial con autoadministración de los activos de KTM AG y de sus filiales KTM Components GmbH y KTM F&E GmbH. El procedimiento ofrece la posibilidad de seguir gestionando los activos bajo supervisión y de reorganizar el Grupo KTM de forma independiente. El resto de filiales de KTM AG, en particular todas las sociedades de distribución, no se ven afectadas.
El objetivo del procedimiento es acordar con los acreedores un plan de reorganización en el plazo de 90 días. La reestructuración del grupo no sólo debería garantizar la continuidad del Grupo KTM a largo plazo, sino también crear las bases para salir reforzados del procedimiento.
El rediseño de la producción debería llevar a un ajuste gradual de los excedentes de stock en KTM y sus concesionarios en los próximos dos años. Esto se traducirá en una reducción del rendimiento operativo en las plantas austriacas de más de 1.000 millones de euros en los años 2025 y 2026.
El proceso de reestructuración generará posibles pérdidas adicionales, por ejemplo debido a gastos extraordinarios como amortizaciones necesarias (por ejemplo, para costes de desarrollo capitalizados) y costes de reducción de personal, así como al déficit de costes fijos debido al menor rendimiento operativo y otros costes derivados del proceso de reestructuración.
En consecuencia, para el actual ejercicio 2024, la compañía espera un resultado neto anual negativo en el rango muy alto de tres dígitos en millones debido a las razones antes mencionadas.