Teníamos claro, desde la presentación
del nuevo deportivo «450» de
Yamaha en el circuito francés de
Saint Jean d´Angély, que extraer el máximo de sus
posibilidades para evaluar rigurosamente
el modelo requería de un piloto realmente
cualificado. Al fin y al cabo, este quad
tiene las aspiraciones de aunar una inquebrantable
satisfacción para el usuario medio
con un comportamiento impecable al
más alto nivel deportivo, sea en quadcross,
en resistencia o en superquad. Por eso,
nada como recurrir a Teo Viñarás, subcampeón de España de Quadcross en
la categoría más prestigiosa (Q1 Pro), para
que él sometiera a sus extremas exigencias
al nuevo YFZ 450 R. Fue en el trazado de Torrejón
de Velasco (Madrid), revirado, estrecho,
técnico y físicamente agotador.
PRIMERAS IMPRESIONES
Nada más arrancar ya se comprueba la
eficaz gestión de la inyección electrónica
en la puesta en marcha, instantánea tanto
en frío como en caliente al margen
de cuál sea la temperatura ambiente;
el ralentí, además, es regular. El consistente par disponible en un
muy amplio régimen se percibe desde los
primeros momentos circulando; el quad
empuja en cualquier circunstancia. Y basta
con dar al gas para comprobar una respuesta
inmediata, precisa y predecible; es otra
de las cualidades de la precisa gestión de
la inyección, que contribuye a una conducción
eficaz, más cómoda y confiada, porque
se prevén las reacciones del motor y se producen
las que pretende el piloto.
El motor corre; tiene muchos bajos,
medios y altos, confirmando la primera
impresión obtenida tras poner el quad
en marcha. Impresionan, en particular,
los medios: vayas prácticamente
en la marcha que vayas, hay fuerza
para impulsar al quad con consistencia. De hecho, en el circuito de Torrejón
de Velasco, Teo Viñarás podía hacer
gran parte del trazado en tercera; no era
la opción más conveniente, pero el quad la
admitía sin problemas.
En caminos es donde se comprueba realmente
el desarrollo de las marchas y el desarrollo
final del YFZ 450 R, pero en este circuito a nuestro
piloto no le ha dado la impresión de
que ninguna relación quede ni corta ni larga,
y el desarrollo final ni se le nota corto
ni es tan largo como para que el par generado
a medio régimen no pueda prácticamente
con cualquier marcha. Eso facilita
la conducción porque no hay que estar buscando la marcha idónea en cada trazada,
y eso que el salto entre marchas implica
la búsqueda de un compromiso entre
ellas porque la caja de cambios sólo consta
de cinco.
EFICACIA PURA
Las llantas traseras de 9 pulgadas provocan,
a pilotos habituados a correr con
llantas traseras de 8, la impresión de que el
quad está algo levantado de atrás. En curvas,
eso provoca que las reacciones sean
un poco más rápidas de lo deseable; con
llantas de 8 el comportamiento será aún
más neutro. Quizá las geometrías del chasis
estén diseñadas para usar este YFZ 450
con llantas de 8 pulgadas. Al mencionado
comportamiento neutro también contribuye
la adecuada rigidez transversal del chasis:
posibilita unas trazadas firmes y rigurosas
sin dar la impresión de que flexe o provoque
imprecisiones en la trazada. Tal cualidad
habla a favor de la solidez del chasis;
de hecho, las anteriores versiones del YFZ
450 R no tienen ninguna leyenda negra de roturas
de este elemento. La dirección reacciona
de modo fulgurante, pero tiene la ventaja
de que nunca da la impresión de que
cueste meterlo en curvas; no hay que «luchar
» contra el quad ni en éste ni en ningún
otro aspecto.
La anchura de ambos trenes es idónea
para quadcross, y una de las principales razones
por las que el YFZ tiene un comportamiento
sano y predecible en todo tipo de
curvas, incluso aunque el firme esté roto,
tanto en quadcross como en caminos. De
hecho, precisamente la mayor anchura es
una de las principales diferencias en parte
ciclo respecto a la anterior versión. El buen reparto de pesos explica la
confianza que inmediatamente genera el
YFZ 450 R para efectuar largos vuelos en tramos
como mesetas largas. A pesar de que
se trata sólo de un quad de serie, lo enérgico
del motor a todo régimen, el mencionado
reparto de pesos y la suficiente consistencia
de los amortiguadores a compresión
posibilitaron que Viñarás negociase
desde el principio la larga meseta del circuito
de Torrejón de Velasco por el aire, y
eso que se trataba de un quad que, lógicamente,
no conocía. Ya que hablamos de
las suspensiones, constan de componentes
cualificados para quadcross: son regulables
en muelle (precarga) e hidráulico (a
compresión en alta y baja velocidades, y
en extensión), y es la primera vez que un
quad de gran serie monta amortiguadores
tan completos. Su comportamiento es
solvente estando nuevos; falta saber cuál
será su comportamiento tras un prolongado
y exigente uso.
Frenos potentes; los delanteros destacan
también por su progresividad y dosificación.
Convendría que el trasero tuviese
menos tendencia al blocaje. Incluso la
monta original de neumáticos es eficaz
para quadcross: los delanteros no son anchos
en exceso, no flanean demasiado en
curvas, y la huella hace que el quad siga una trayectoria precisa, al menos en seco. Los traseros corresponden a las llantas de
9 pulgadas; con la ya mencionada aconsejable
adopción de unas de 8 para quadcross
se tendrá ocasión de poner los neumáticos
que el piloto prefiera. La monta original, de
todos modos, no desmerece ni por capacidad
de tracción ni por comportamiento longitudinal
en curvas.
La posición de conducción define a un
quad «grande por dentro» pero, al tiempo,
los mandos están muy a mano incluso para
pilotos que midan 1m70 o menos; la movilidad,
tanto hacia delante como hacia atrás,
es precisa y fácil. Asiento de espumado
muy denso; facilita la movilidad pero provoca
que no sea todavía más cómodo. Sus
formas convexas en la parte posterior, en
conjunción con las cóncavas de los guardabarros
traseros en su parte superior, «alojan
» muy bien al piloto alto en movimientos
extremos. Manillar estrechito para facilitar
la manejabilidad, y firme sujeción de
los reposapiés.
Globalmente, el aspecto que Teo Viñarás
destaca más es que éste es uno de los pocos
quads que realmente sirve para ir rápido
en quadcross y por caminos con la configuración
de serie. Al respecto, marca una
tendencia que, seguro, acabarán siguiendo
aquellos quads 450 deportivos a cuyas
actuales versiones esta cualidad aún no se
puede atribuir.