Comprobar termostato
Nuestra moto se calentaba demasiado, y no sabíamos por qué era. Tras probar de todo descubrimos el fallo: el termostato no abría. Lo comprobamos colocándolo sobre un alambre semi sumergido en un cazo que calentamos hasta hacer hervir el agua. A su lado pusimos una esfera termómetro, que sacamos de un viejo radiador. Con esa temperatura del agua, el termostato debía abrir, pero no lo hizo. Solución, cambiarlo.
Manos pequeñas
Suele pasar que algunas motos infantiles lleven puños para adulto. Con lo que nuestros peques no pueden accionarlas bien dado que su mano es más pequeña. Para acercar las manetas al manillar, y que de esta forma sus deditos las alcancen mejor, podemos colocar, como mostramos, un tope que les impida retornar al fin de su anclaje. Lo hemos «fabricado» con una pequeña sección de un cable eléctrico grueso al que le hemos quitado el cobre interior y pasado por el orificio el cable de la maneta, como si fuera engarzar una perla.
Carrete de puño de gas roto
Una forma de salir del paso ante la rotura de tubo del carrete del mando de gas es cortarlo «por lo sano» y prolongar el tramo que falta con un trozo de tubo. Éste lo podemos sacar de un bote de medicinas que tenga un diámetro ligeramente superior al de la caña. Lo embutimos sobre ella, cubrimos la zona del empalme con cinta aislante para que no se mueva. Luego colocamos encima el puño, nuevo si se ha roto.