TRUCO 1 - Juguete milagroso
Imaginaos la situación: Víspera de un largo puente en el que has programado con tus amigos una excursión de enduro de varios días. Llegas a donde tienes la moto y al salir con ella para cargarla de gasolina descubres que la bomba de agua hace todo tipo de ruidos. ¡Se le han ido los rodamientos! Imposible encontrar recambio. Pero… por una de esas casualidades que solo pasan una vez estos son idénticos a los del Spinner de tú hijo. Se los desmontas (le prometes que le compras otro mucho mejor) y los colocas en el motor de tú enduro. ¡Pufff, salvado! Nos lo ha mandado Jorge González, lector de MOTO VERDE desde hace décadas.
TRUCO 2 - Con los pies en el suelo
Cuanto mejor lleguemos con los pies al suelo sentados sobre la moto, mejor. Basilio Fernandez, veterano endurero de Puertollano, Ciudad Real, nos manda la transformación que ha hecho a su Yamaha WR 250. Primero recurrió a la vieja receta de recortar la espuma del asiento. Pero quería bajarla más, así que, ni corto ni perezoso, se puso con la radial y la soldadura. Cortó el basculante por la mitad y lo volvió a soldar dándole la forma de “banana" que se ve. De esta no se pierde recorrido de suspensión y la altura de asiento se reduce notablemente. Por supuesto contó con un “potro" artesanal para que todas las costas quedar igual al soldar.
TRUCO 3 - Ojo de buey
Lo llevan las bombas de freno para ver el nivel de líquido. A ésta se le había roto, lo que implicaba tirarla o tratar de repararla. Lo solucionamos con un trozo de lámina de silicona que cortamos usando un «sacabocados» del mismo diámetro que la piza plástica original. Metido a presión y bien fijado con el anillo metálico, que extrajimos cuidadosamente, que fijaba la pieza original, Hasta ahora el truco ha funcionado y la silicona aguanta el líquido de frenos.