Marc Márquez venía fuerte, muy fuerte, durante su último giro al circuito de Barcelona-Catalunya en la última sesión de entrenamientos libres de hoy. El de Repsol Honda iba a pasar de todas formas por la Q1 después de tres años sin evitando esa primera sesión, pero eso no parecía alguna para aminorar el ritmo. Se acercaba, tras haber salvado una caída previa, a la última curva en bajada cuando el Michelin delantero dijo basta y la Honda RC213V perdía el equilibrio.
Pero Marc, como nos viene acostumbrando, en vez de rendirse y soltar la moto, se aferra al semimanillar de su moto y clava la rodilla en el suelo para ganar un punto más de apoyo. Es entonces cuando empieza a deslizar por la pista, aguantando el roce con el asfalto hasta que consigue enderezar la máquina por primera vez. Y decimos por primera vez porque nada más recuperarla, vuelve a perder grip y Marc repite el movimiento para salvar la gravilla y un posible revolcón que dañara su máquina justo antes de la sesión clasificatoria. El catalán hizo la recta de meta saludando al público y celebrando una salvada que seguro se cuela entre las favoritas de la afición.
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