La lesión, que surgió espontáneamente en Misano al reproducirse la fractura de escafoides de la muñeca izquierda que sufrió en 2003, no ha condicionado excesivamente su pilotaje. De hecho, Stoner no tuvo mayores problemas físicos para imponerse en Phillip Island hace unos días, pero el australiano da por hecho que tendrá que operarse para corregir la lesión.
Incluso el director del equipo Ducati, Livio Suppo, una vez que se agotaron las opciones de Stoner en el campeonato con la proclamación de Valentino Rossi en Motegi, ofreció al australiano la oportunidad de renunciar al resto de las pruebas y pasar por el quirófano, para poder estar listo para atacar las pruebas de la nueva Desmosedici GP9 en noviembre, dado que las previsiones que sus médicos han realizado sobre el periodo de rehabilitación no es inferior a seis semanas, y podría comprometer el trabajo de la pretemporada 2009.
Pero Stoner quiere terminar el campeonato, y quiere realizar las primeras pruebas de la GP9, y sólo entonces se pondrá en manos de los médicos. Pero ha sido precisamente Claudio Costa quien le ha avisado del riesgo de una nueva operación.
Según Costa, la peculiaridad del escafoides, un hueso con una bascularidad complicada, hace siempre muy complejas las intervenciones reiteradas en la zona, y la recuperación nunca es fácil. Costa sugiere que, si ha podido pilotar con soltura para ganar en Phillip Island, no es necesaria la cirujía, y se puede optar por otro tipo de intervenciones médicas. E incluso ha sentenciado con el peso de su experiencia: «He visto cómo lesiones similares a la suya han supuesto fin a la carrera deportiva de pilotos como Kevin Schwantz y Doriano Romboni», dijo Costa.