No lo está pasando bien últimamente Nico Terol, que ha encontrado en el Flat Track un reducto en el que volver a sentirse no sólo competitivo, también ganador. En los tres últimos años, el piloto alcoyano no ha sido capaz de dar con la tecla –ni en Moto2, ni en Superbike ni en Supersport-, pero a sus 28 años todavía tiene mucho que decir en el motociclismo.
En este 2016 parecía remontar el vuelo con el podio cosechado en la ronda de Aragón del Campeonato del Mundo de Supersport, el primero que lograba en casi tres años. Pero su MV Agusta no evolucionaba, y volvían los fantasmas tanto de su año en Superbike bregando con la Ducati del Althea Racing, como de su último año en Moto2 con una Suter estancada que en poco o nada recordaba a la que un año antes llevó a ganar hasta en tres ocasiones.
2013 fue su último gran año, con esos tres triunfos y una séptima posición final en su segundo año en Moto2 –con traca final en Cheste venciendo ante su compañero Jordi Torres y su otrora gran rival Johann Zarco-, que le situaban como uno de los grandes favoritos al título la próxima temporada. Sin embargo, desde entonces se ha visto envuelto en una espiral de cambios de campeonatos, pérdidas de confianza y la esperanza de volver a ser el que fue.
El que fue en 2013, pero sobre todo, el que fue en 2009, 2010 y, por supuesto, 2011. Un año después de quedarse a las puertas del título y sucumbir ante Marc Márquez –pese a promediar más puntos por carrera que el de Cervera-, Terol hizo buenos los pronósticos y superó en una temporada inolvidable al francés Johann Zarco para convertirse en el último campeón de la historia del octavo de litro.
Por eso, duele tanto contemplar cuán distintas han sido sus trayectorias. Zarco, que tardó más que Terol en brillar en Moto2, contó con la paciencia necesaria y con los proyectos adecuados para convertirse en un piloto total y acceder a MotoGP como bicampeón de Moto2. Pero aquel 2011, Zarco sólo fue capaz de ganar en Motegi, mientras que Terol sumó la friolera de ocho victorias, la mitad de las 16 que ha logrado en el mundial.
En Cheste, aquel 6 de noviembre de 2011, una caída de Zarco confirmaba lo que ya se intuía, lo que Terol se había merecido durante toda la temporada: convertirse en campeón del mundo. En estos cinco años, las cosas no han salido según lo esperado para el valenciano, pero nadie podrá borrar lo sucedido aquel día.
Aquel día, la categoría de 125cc –la única que se había mantenido de forma ininterrumpida desde la creación del mundial en 1949- se despidió del calendario para dejar paso a Moto3. Y aquel día, Nico Terol se ganó un sitio exclusivo en los libros de historia. Aquel día, Nico Terol tocó el cielo de las dos ruedas.