MotoGP

El fichaje de Jorge Lorenzo, un triple sobre la bocina para Maverick Viñales

El piloto de KTM quiere conquistar MotoGP y sabe que está llegando a la fase final de su carrera.

Swinxy

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Jorge Lorenzo en el Test de Valencia para MotoGP 2026

El fichaje de Jorge Lorenzo como coach deportivo de Maverick Viñales tiene un objetivo muy claro: ser campeón de MotoGP.

Una alianza estratégica que esconde toda una declaración de intenciones para el piloto de Rosas, que llegó a MotoGP en 2015 y dos años después fichó por Yamaha -para reemplazar al propio Lorenzo- con un cartel muy claro: el anti-Márquez.

Yamaha necesitaba un piloto estrella para parar el aluvión de victorias y títulos del ciclón Marc Márquez y apostó por el gerundense, cuyo talento innato siempre estuvo fuera de toda duda... pero que no solamente no consiguió batir al 93, sino que nunca llegó a ser subcampeón: en su mejor trienio terminó tercero, cuarto y tercero.

Después vendría una época oscura hasta salir de Yamaha por el trastero y un periplo curioso en Aprilia antes de poner rumbo a KTM, donde puede convertirse en el primer piloto de la historia en ganar con cuatro marcas distintas en la categoría reina. Un reto bonito, pero que no deja de ser una misión secundaria.

Maverick Viñales ha consagrado su vida a ser campeón del mundo de MotoGP y, con 30 años -que serán 31 en enero-, sabe que está entrando en la fase final de su carrera deportiva. Prácticamente es un ahora o nunca.

Jorge Lorenzo es el nuevo coach deportivo de Maverick Viñales

Y así se explica su alianza con Jorge Lorenzo. Solamente así se explica la unión de dos caracteres tan fuertes, una mezcla que puede resultar explosiva... pero que también puede funcionar.

Sobre todo, puede funcionar porque Viñales ha entendido que, para que funcione, tiene que dejar hacer a Lorenzo. Huir de cualquier lucha de egos, ponerse a sus órdenes y sumar esfuerzos para desbancar al binomio que forman Marc Márquez y Ducati, que ahora mismo parece tan imbatible como el que formaba con Honda allá por 2017.

Y porque, seguramente, Jorge Lorenzo sea el piloto que más cerca ha estado de mirar a los ojos a un Marc Márquez en plenitud. Y lo hizo a través de una mentalidad ganadora prácticamente inusitada y una consistencia descomunal, que quizás sea lo que le haya faltado a Viñales hasta ahora. Esa es la clave: quizás a Viñales siempre le ha faltado lo que a Lorenzo siempre le sobró.

Por eso, más de diez años después de su llegada a MotoGP, y viendo cómo el reloj de su carrera deportiva está iniciando la cuenta atrás, sabe que las opciones de ser campeón de MotoGP que tenía en su libro de jugadas se están agotando; así que se la juega con un triple sobre la bocina desde su propio campo. ¿Y si entra?

 

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