Casey Stoner salió de Silverstone con el cartel de favorito al título en la frente. Y es que su máximo rival en el campeonato, Jorge Lorenzo, se fue al suelo en un intento de dar alcance al australiano, pero la pista no estaba para muchas bromas, pues parecía una piscina, de todo el agua que había sobre ella.
Además de Stoner, hhubo otro hombre feliz en Inglaterra ayer, el norteamericano Colin Edwards, operado de su clavícula la semana pasada, y que demostró que a su edad le queda muchas cosas por decir. También estaba feliz Álvaro Bautista, pues terminó la prueba quinto.