Sete Gibernau y Vittoriano Guareschi han rodado esta semana con la Ducati GP9 en el circuito de Mugello. Tras dos días de tiempo inestable, ayer por fin salió el sol y los pilotos pudieron rodar en condiciones normales.
En esta última jornada de entrenamientos, Sete, que no se subía a una moto de carreras desde octubre de 2006, completó 50 vueltas y marcó un mejor tiempo de 1’51”7, a menos de dos segundos del récord del circuito.
El piloto español se mostró satisfecho al finalizar los test: «Ha sido muy agradable volver a pilotar una MotoGP y en estos días he podido sentir lo difícil que es el trabajo de Vittoriano y lo bueno que es él haciendolo».
Sobre si volverá a realizar este tipo de test, Gibernau aclaró: «Ahora quiero volver a casa y reflexionar en frío sobre las sensaciones que he experimentado. Luego, junto a Ducati, estudiaremos si puede haber otras ocasiones para probar».
Desde Ducati, Filippo Preziosi, agradeció a Sete su trabajo de desarrollo con la moto de la próxima temporada y destacó su capacidad de adaptación: «A pesar del largo periodo de inactividad, ha adoptado rápidamente un papel inusual para él, como es el de probador».