En el GP de Australia, que oficialmente se llama este año Michelin® Australian Motorcycle Grand Prix, se ha hecho oficial la renovación por cinco temporadas más del fabricante francés como proveedor de la categoría de MotoGP.
La marca con sede Clermont-Ferrand regresó al campeonato el año pasado con un contrato de tres años, hasta 2018. De esta forma, Michelin se mantendrá al menos hasta 2023, con lo que podrá desarrollar una estrategia a medio-largo plazo.
No lo ha tenido fácil en estos dos años y su nombre ha estado muchas veces en boca de los pilotos cuando han tenido un mal resultado, algo por otro parte habitual. Ya le pasaba a Bridgestone en su día, un campeonato monogoma es también monocrítico, y en este caso los neumáticos son siempre una diana fácil.
A parte de eso, hay que reconocerle a Michelin el mérito que supone aterrizar en la clase reina de MotoGP, después de 8 años fuera, y hacerlo al máximo nivel.
En la rueda de prensa de Phillip Island, donde se ha anunciado la renovación, Carmelo Ezpeleta destacaba la importancia de la estabilidad que supone en un aspecto tan crítico como los neumáticos, y al mismo tiempo agradecía en nombre de Dorna y de los equipos, el trabajo realizado: “Estoy encantado de que Michelin 5 años más. MotoGP no ha hecho nada más que crecer desde que Michelin se unió al proyecto en 2016, y estamos orgullosos de continuar cinco años más”.
También estaba presente en la rueda de prensa, Pascal Couasnon, director de Michelin Motorsport, que ha explicado que en competición se está por dos cosas, por imagen de marca y para aprender a desarrollar nuevos productos para la calle: “Las próximas cinco temporadas seguiremos desarrollando gomas todavía más seguras e innovaciones para que también se beneficien nuestros neumáticos de carretera. Michelin también está encantado de seguir trabajando con los equipos y neumáticos”.