José Benavente
Este rumor no es algo nuevo y Jorge Martínez Aspar no ha desmentido que quiera llevarlo a cabo. Tampoco ha negado que las reuniones que ha mantenido con Kevin Schwantz han sido con el objetivo de llevar este proyecto a buen puerto y que el americano, que mantiene una estrecha relación con Suzuki y que se ha interesado personalmente por el proyecto, desempeñaría la función de director del equipo.
El hecho de que Kevin Schwantz esté metido «en el ajo» hace prácticamente obligado que sea Suzuki la marca con la que compita el futuro equipo del valenciano. Y, a juzgar por los buenos resultados que están consiguiendo sus pilotos, no parece que esta sea una mala opción.
SBK, Batta y MotoGP
El pasado fin de semana el Mundial de SBK visitó Silverstone y desde el circuito británico nos llegaron noticias que pueden tomar cierta relevancia en este asunto.
Los que siguen de cerca el mundial de las motos derivadas de serie conocerán que Ducati está presionando a los organizadores del campeonato –FGSport– para que modifiquen el reglamento técnico y que su nueva moto de 1100 cc tenga cabida en las parrillas en 2008.
Francis Batta, dueño del equipo Alstare, se ha manifestado, en varias ocasiones sobre este tema y ha llegado a amenazar con retirarse del mundial de SBK y formar un equipo en MotoGP si se cumplen las exigencias de Ducati. En Silverstone Batta confirmó estar manteniendo conversaciones con Schwantz y Suzuki con la idea de montar un equipo con dos pilotos, uno europeo –que sería probablemente Biaggi– y otro norteamericano que podría ser Ben Spies, piloto por el que ya ha mostrado interés Kevin Schwantz.
Aunque estas noticias no carecen de fundamentos, son bien conocidos los movimientos de Batta que ya ha amenazado en otras ocasiones con abandonar el mundial de SBK consciente de la presión que puede hacer con un patrocinador como Coronita a sus espaldas. Parece que las afirmaciones del belga responden una vez más a presiones y que sólo busca que FGSport no elabore un nuevo reglamento que favorezca a Ducati o, en el caso de que se lleve a cabo, se haga con ciertos matices que minimicen las supuestas ventajas que tendrían las italianas.