Todos los aficionados al Mundial de Velocidad que presenciaron en directo el espeluznante accidente que se dio en la primera curva de la carrera de MotoGP quedaron conmocionados por la gravedad de lo sucedido.
Y no fue para menos, aunque según pasan los días la situación de los tres pilotos que se vieron más afectados parece mejorar, a excepción de Sete Gibernau que se lesionó y será baja para la próxima cita en Assen.
Después de la operación de ayer el Doctor Mir anunció que serán necesarias de tres a cinco semanas de tiempo antes de que el piloto pueda volver a correr. "La operación ha ido bien, hemos extraído la chapa que cubría una vieja lesión en la clavícula izquierda de Sete Gibernau y reducido la nueva fractura colocándole una nueva placa de titanio de última generación", ha declarado el doctor.
Por su parte, Loris Capirossi, uno de los dos pilotos Ducati que se vio envuelto en la «melé» de la primer curva, salió ayer del hospital y regresó a su residencia de Montecarlo tras superar los exámenes clínicos a los que se sometió en Barcelona. El pequeño piloto italiano se ve en condiciones de afrontar el próximo GP y está resuelto a hacerlo.
"¡Ha sido de verdad un buen golpe! Por suerte he salido bien parado. He sufrido un fuerte golpe en el tórax, que me molesta. Mi fisioterapeutata Roberto me ha seguido desde España y hemos empezado rapidamente la rehabilitación, con masajes drenantes para reabsorber los hematomas. Querría agradecer la Clínica Móvil y al Doctor Costa, que como siempre han sido insustituibles. No estoy todavía al 100% pero lo importante será volver a la acción lo antes posible y ver cómo va: yo voy a Assen más combativo que nunca! ".
El también Italiano Marco Melandri, que quedó tendido en la grava tras la caída múltiple, ha estado ingresado varios días en Barcelona y ayer mismo voló, acompañado del siempre fiel Doctor Costa hasta Holanda y, aquejado de fuertes dolores en la nuca, decidirá en los próximos días si tomará parte o no en la carrera holandesa.