BMW está trabajando en un sistema que utiliza sistemas WiFi y localización vía GPS para determinar situaciones de peligro. Según los estudios de BMW, las intersecciones son las zonas más conflictivas, pues los conductores de coches ven a las motos como vehículos más vulnerables y asumen (n.d.r. -entendemos que inconscientemente-) que son los motoristas los que deben ceder el paso.
Contando con esta premisa, el BMW ConnectedRide calcula las posibilidades de colisión con otros vehículos y, al entrar en funcionamiento, despliega una serie de acciones que avisan por medio de señales lumínicas y sonoras la presencia de peligro.
Gradualmente, el coche equipado con este innovador sistema, incrementa la intensidad de las luces, en segundo lugar activa luces “LED” de aviso y, en último lugar, activa el claxon.
Por el momento está desarrollando este sistema y hasta dentro de un año, o quizá dos, no se prevé que pueda llegar a motos y coches de producción.