Esta gran bicilíndrica ha sido concebida para aportar sensaciones excitantes en cualquier tipo de carretera. Tanto su postura de conducción como su fisonomía, más baja respecto a la versión enduro, garantizan un cómodo y efectivo manejo de la moto. La marca bávara asegura que el nuevo modelo dispone de más par que su hermana endurera y que supera los 100 CV de potencia, lo que sin duda supone una diversión extra.
Su peso, inferior a los 200 kg, una parte ciclo modificada para mejorar las prestaciones en asfalto y unas llantas de 17 pulgadas capaces de albergar neumáticos de superdeportiva suponen un aval para rodar por carretera. A todo esto se suma un liviano escape de doble salida Akrapovic. Además, su doble disco delantero, unido a su horquilla delantera Marzocchi y al amortiguador trasero Ohlins (ambos regulables en compresión, extensión y precarga) garantizan una frenada y confort de marcha excelentes.
Este es el reto de BMW para hacer frente a la ofensiva del resto de marcas que están desarrollando monturas de este tipo como la Supermoto o de KTM o la Hypermotad de Ducati.