Su diseño
triangular recuerda en algunos aspectos a su Hellcat de hace unos
años, como es el caso de la suspensión delantera y el motor de 1.996
cc en V a 45º, tantos como las unidades que tienen pensado fabricar
en sus dependencias de Baton Rouge, Louisiana.
Sin embargo, Matt
ha ido un poco más allá en el resto de componentes y la verdad es que
el resultado es impresionante. Sólo basta con recrearse en el perfecto
diseño, trabajo y ajuste de las múltiples piezas de aluminio y titanio
que componen su chasis, que casan como si del mecanismo de un
reloj suizo se tratase.
La viga central del chasis es de titanio y hace las veces de depósito de combustible y es la hipotenusa de este precioso triángulo motorizado. Si te fijas en el basculante entenderás que esta Fighter es larga, con 1.625 mm entre ejes, y, a pesar del aspecto recio de su parte central, su peso se queda en 195 kg... gracias a componentes como las llantas BST de carbono −la trasera tiene una garganta de 8 pulgadas y alberga un neumático de 240 mm−. El disco de freno delantero también es de carbono y está mordido por una pinza monobloque de seis pistones.
Toda una obra de arte.