Ante unas 20.000 personas congregadas en el Twin Ring Motegi, Dani Pedrosa vivió una jornada de emociones que comenzó con una carrera de karts, y siguió subiéndose a la Honda CBR250 de la Honda Dream Cup.
El día acabaría con Pedrosa sobre su RC213V -que también le prestó un rato a Fernando Alonso-, y no se quedó sin la ocasión de probar dos de los coches de la marca: el CR-Z 1.5 y, junto a Jenson Button, el Honda NSX Concept-GP.
Pero, antes de eso, se vivió el plato fuerte de la nostalgia para los aficionados en general, y para los pedrosistas en particular. El reloj se retrasó 13 años cuando Dani Pedrosa se montó a lomos de su Honda RS125R, con la que se proclamó campeón del octavo de litro la temporada 2003, el primero de sus tres títulos mundiales.
"Estoy muy contento de estar de nuevo aquí en Japón y compartir algo de tiempo con nuestros aficionados japoneses, que siempre son muy especiales y afectuosos, y nos traen un montón de sorpresas y regalos. Nos gusta venir aquí al Honda Thanks Day porque tenemos la ocasión de pilotar distintas motos y coches, lo que es realmente divertido. Además, este año hemos tenido un clima fantástico, lo que nos ha permitido disfrutar de toda la experiencia", comentó Pedrosa.