Aprovechando el GP de Montmeló, se reunió la Comisión de Superbike para cerrar los cambios en el reglamento técnico de las dos próximas temporadas. Los bastidores seguirán de serie, eliminándose las tolerancias que se aplicaban hasta ahora, y los motores seguirán las actuales reglas «Evo» con algunas matizaciones para lograr igualar las motos con una ligera preparación. Se mantienen de serie el cárter, las válvulas o pistones, pero pueden cambiarse los árboles de levas y las bielas sin cambiar su peso. También prepararse las culatas, aunque sin añadir material. El kit inicial de piñones de cambio tendrá que servir para todo el año. Las penalizaciones de los diferentes modelos solo serán de restrictotes de admisión, no de peso. La centralita será única para todos, en un sistema denominado «Superbike Kit System», con un precio de 8.000 €. Este paquete incluirá toda la electrónica que no esté fija a la moto de serie y se requiera para funcionar.
El software elaborado por cada marca será accesible al resto de los participantes en tres ocasiones a lo largo del año. Para los pilotos «wild card», se podrá emplear, como este año por parte de las «Evo», la actual ECU de Superstock como alternativa. Hasta el año 2017 se podrá incorporar un sistema de acelerador «ride by wire», diseñado por el fabricante o por un suministrador autorizado, que tiene que estar disponible para todos los equipos que participen con un modelo concreto a un precio de 2.500 €. En 2017 todas las motos participantes tendrán que emplear este sistema ya de serie.