Manteniendo la estética de la misma, este fanático de la customización no pudo quedarse con las manos quietas cuando entró el modelo de serie en su garaje. Lo calzó con un espectacular neumático trasero de 240 mm, sustituyó la horquilla delantera por la de una GSX-R 1000 –con tijas triples mecanizadas– para bajar el centro de gravedad y le acopló un basculante monobrazo multitubular 25 mm más largo que el original completamente artesanal.
El neumático delantero también ha crecido y ahora pasa a tener de 17 a 19 pulgadas. Otro de los atractivos de esta V2 de 1.079 cc de 90 CV son sus escapes inspirados en los de GP, sus llantas RSD y la ausencia de guardabarros.
La frenada delantera corre a cargo de un disco de 330 mm y de una egregia pinza radial de cuatro pistones Performance Machine idéntica a la que actúa sobre el disco trasero. Como veis, en esta creación está todo milimetrado, y es que el mismo Roland pretende atraer la atención de Ducati Norteamérica para intentar producir este modelo en serie.
No estaría nada mal, ¿verdad?
Más detalles en www.rolandsandsdesign.com.