El fabricante Doga habría iniciado conversaciones con el grupo Piaggio, según informaciones aparecidas en Internet, para intentar evitar el cierre de la planta de Derbi en Martorelles, después de que la empresa italiana anunciara la decisión de trasladar la producción a Italia y de presentar un Expediente de Regulación de Empleo que afecta a los 220 empleados de la fábrica.
Las conversaciones, que han sido propiciadas por la Dirección de Industria de la Generalitat, supondrían un traspaso de activos y la reorientación de la producción hacia los vehículos eléctricos. Lo que tiene una gran similitud con lo sucedido con la planta de Sony en Viladecavalls, en la que tras el traspaso a olas empresas Ficosa y Comsa-Emte los empleados han sido reciclados para la fabricación de baterías de coches eléctricos.
Los sindicatos han mostrado cautela ante la posibilidad de que Doga se quede con la planta, aunque celebran que Piaggio haya decicido esperar ante la posibilidad de un acuerdo. Lo que si mantienen es su rechazo al ERE planteado, que se encuentra en periodo de consultas y finaliza el día 16, ya que sostienen que a pesar del descenso de las ventas de motocicletas la fábrica sigue siendo viable.