La sexta prueba puntuable del Mundial de Enduro está trayendo demasiados quebraderos de cabeza. Primero pensó en anularse debido a lo costoso de desplazar a los equipos, pero la FIM tomó la decisión de correr con los gastos de los 8 primeros pilotos de cada categoría y las marcas quedaron más o menos contentas.
Pero ahora, cuando parecía que estaba todo solucionado y que disfrutaríamos de la exótica carrera los próximos 18 y 19 de julio, todo vuelve a ponerse en duda. La pandemia de la Gripe A, que está afectando a todo el planeta, y que se inició en el país centroamericano ha hecho que los organizadores (ABC Comunicación / Fun Enduro) la FIM y la Federación Mexicana se replanteen si merece la pena celebrar la carrera con los costes económicos que supone y ahora, además, con la posibilidad de contagio de los inscritos y los miembros de sus equipos.
Según un comunicado oficial de ABC-WEC la decisión de qué hacer con la prueba de Valle del Bravo se notificará a principios del mes que viene. De llegar a suspenderse el campeonato podría quedarse con una carrera menos, o podría retomarse la iniciativa de organizar un GP en Andorra.