Habían pasado sólo 12 minutos desde que los entrenamientos libres de Superbike habían comenzado y John Hopkins se iba al suelo cuando trazaba una curva en su cuarta vuelta al circuito de Assen.
Inmediatamente los comisarios han mostrado la bandera roja y los entrenamientos se detuvieron hasta que retiraron al americano y a su moto de la pista. Una ambulancia ha trasladado a Hopkins hasta un hospital cercano donde los médicos le diagnosticaron una dislocación en la cadera izquierda.
Corrió el rumor en el paddock de que la lesión podría ser más grave de lo que parecía y se llegó a hablar de fractura en el fémur, afortunadamente todo quedó en un susto, pero la participación de Hopkins en los entrenamientos del sábado y en las dos carreras del domingo está prácticamente descartada.