Durante el pasado año 2020, la DGT formuló en las carreteras españolas de su competencia un total de 3.877.297 denuncias, lo que supuso una disminución del 17,25 por ciento respecto de la denuncias formuladas en 2019 (4.685.599), según un reciente informe elaborado por la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
Este descenso en el número de denuncias se produce dentro del contexto de la pandemia del COVID-19 y las limitaciones a la movilidad impuestas para frenar su propagación, que determinaron una reducción de los desplazamientos por carretera un 25 por ciento.
Sin embargo, hay un tipo de denuncia que ha aumentado de forma significativa. Se trata de las multas por no identificar al conductor del vehículo que ha cometido la infracción, que aumentaron un 27,6 por ciento en 2020. El informe de AEA señala como algo “muy sospechoso” el brusco incremento de casi un 30 por ciento en el número de denuncias formuladas por la negativa de los titulares de los vehículos a identificar a los conductores que han cometido las infracciones, lo que supone tener que hacer frente al pago duplicado o triplicado del importe de las multas, en lugar de poderlas pagar con una bonificación del 50 por ciento por pronto pago.
En total, la DGT tramitó 60.418 denuncias por no identificar al conductor a lo largo de 2020, 13.100 más que el año anterior. Es el tipo de infracción que más ha crecido desde que empezó la pandemia por coronavirus, y la AEA cree que este hecho puede tener su explicación en las dificultades de los servicios de correos para poder notificar fehacientemente las denuncias en los domicilios de los interesados, así como en la dificultad de los ciudadanos para poder presentar escritos con la identificación del conductor en los registros administrativos, por cuanto el requisito de obtener una “cita previa” en cualquier organismo oficial convierte este trámite en un “acto heroico” y casi imposible de cumplir.
A través de su cuenta de Twitter, la DGT recuerda que es obligación del titular del vehículo identificar al conductor que ha cometido una infracción con ese vehículo. No hacerlo se considera una infracción muy grave sancionada con 500 euros de multa y la pérdida de seis puntos del permiso de conducir. ¿Cómo? A través de la Sede Electrónica de la DGT, correo postal u oficinas de Tráfico.
El exceso de velocidad, presente en 2 de cada 3 denuncias
A pesar del descenso en el número de denuncias, el informe de AEA señala que el exceso de velocidad sigue liderando el ranking de las sanciones impuestas por la DGT, con 2.430.056 denuncias. Le siguen las infracciones por no haber pasado la ITV, o ser ésta desfavorable (434.479); conducir utilizando el móvil (96.181); conducir sin carné (94.457) y no utilizar el cinturón de seguridad (94.417).
Noticias buenas son el descenso muy significativo de las denuncias por alcoholemia y drogas, con un –55,4 por ciento y un -48,9 por ciento, respectivamente, así como las formuladas a transportistas por no respetar los tiempos de conducción y descanso (-40 por ciento) y los excesos de velocidad captados por radares móviles de la Guardia Civil con detención “in situ” de los infractores (-44,6 por ciento).
Por el contrario, aumentaron las denuncias por excesos de velocidad captados por radares móviles de la Guardia Civil sin detención de los infractores, que subieron un 14,4 por ciento en 2020. En total, la DGT formuló 515.620 denuncias, que son 65.108 multas más que en 2019. Podría deberse al aumento de radares móviles en la red viaria española y el incremento de los controles de velocidad itinerantes o de corta duración. También los agentes han evitado dar el alto a los infractores en muchos casos para reducir el riesgo de contagio del virus.