Miki Arpa: Cambio de vida

Miki pertenece a la llamada Generación de Oro del enduro español. Aquellos pioneros que, siguiendo los pasos de Carlos Mas, Josep Vila, Narcís Casas y otros, defendieron los colores de España en el Campeonato del Mundo de Enduro en años durísimos de travesía en el desierto.
El desmantelamiento de Merlin y la compra de sus instalaciones por parte de Gas Gas a principios de los 90, le brindó a Miki la oportunidad de probar con la marca gerundense y lo cierto es que gustó y se le dio la oportunidad de entrar en el enduro con apoyo de fábrica. "Después de una temporada ‘96 complicada con Gas Gas, en la que tuve muchos problemas con el nuevo motor propio de 250 2T decido irme a KTM con Ton Marsinyac, y con ellos gané el Europeo y el Nacional Scratch. Fue mi año de despegue".
A partir de ahí comienza tu andadura en el Mundial.
"Sí. En 1998 hice mi primera carrera en Portugal y conseguí quedar segundo Scratch y fue una gran sorpresa para todos, yo el primero. Los resultados del resto del año no fueron en la misma línea, las carreras en Suecia, Finlandia o Francia siempre se nos han hecho muy cuesta arriba a los españoles, pero demostré que podía luchar entre los mejores del mundo".
Y a pesar de ganar los ISDE Junior en el 98 y ser subcampeón de España, decides escuchar una «suculenta» oferta de Husqvarna.
"Los hermanos Bordoy y Husqvarna tenían un proyecto muy bonito para 1999 y me ofrecieron muy buenas condiciones y apoyo de fábrica para el Mundial y el Nacional. En 2001 tomé parte en un proyecto muy interesante de VOR, pero la marca falló en el tema comercial y entró en quiebra, con lo que en 2002 todo quedó en agua de borrajas".
Después de un 2003 difícil en Honda, vuelves a Husqvarna.
"En Honda estuve muy a gusto, sin embargo no tuvimos apoyo de fábrica para el Mundial. Yo iba prácticamente por libre y en el Mundial, si no tienes un buen apoyo de fábrica es muy difícil destacar. Yo lo hice con toda mi buena intención, me esforcé, pero no fue suficiente. En 2004 volví a Husqvarna, marca con la que he estado hasta ahora y donde tengo, más que compañeros, amigos. Lo cierto es que mirando hacia atrás y haciendo autocrítica, creo que en determinados momentos miré demasiado el dinero, algo normal a cierta edad. Ahora me fijo mucho más en las personas, en el equipo, y en Husqvarna me encuentro como en casa. Si volviera a empezar es de las pocas que cambiaría en mi vida".
En octubre de 2004 tu vida dio un giro de 180 grados... "Sí, la muerte de mi padre me descolocó totalmente. En lo personal, por supuesto, y en lo profesional. Cuando él vivía todo era muy sencillo y bonito. Yo dedicaba el cien por cien de mi tiempo a correr en moto y me divertía. Pero un día me senté con mi madre y me replanteé mi vida. Decidí coger las riendas de la empresa familiar, tuve que estudiar contabilidad y cambiar el chip, sacrificando una parte importante del tiempo que le dedicaba a la moto. Además, en 2005 nació mi hija Julia y mi familia pasó a un primer plano y también mi Escuela de Enduro. Ya no podía entrenar suficiente ni preparar las carreras, con lo que la idea de dejar la competición como profesional empezó ya entonces".

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