Para muchos de los asistentes al Salón, más importante si cabe fue contemplar la nueva Ducati Monster 696. Después de tantos y tantos años, Ducati da una vuelta de tuerca a su modelo de más éxito comercial, nacido a principios de los ‘90, en un atrevimiento de estilo que la sitúa a la vanguardia de la naked urbanas.
Se trata de una naked sencilla y económica, pero en la que Ducati ha hecho un esfuerzo importante. Su chasis hereda el estilo aplicado en el de la Desmosedici RR, la horquilla con anclaje radial para las pinzas de freno o un reforzado basculante de aluminio prometen convertirla –o mantenerala– en una auténtica superventas.
Pero aunque ha recibido una profunda remodelación se trata inequívocamente de una Monster. Mantiene las formas generales del depósito que siempre ha utilizado, pero aumenta su tamaño otorgándole a la nueva Ducati Monster 696 una aspecto muy agresivo.
La posición a los mandos se ha modificado, localizándose ahora el conductor más cerca del manillar. Otro elemento destacable se centra en el equipo de frenos, al disponer de un doble disco de 320 mm mordido por pinzas radiales de cuatro pistones.
La pareja de escapes no podía faltar, pero en este caso cambian de forma y de disposición, pues ahora discurren por ambos flancos del colín. El faro, que es otro de los elementos más discutidos a la hora de decidir el diseño, ha mantenido su tradicional forma redonda, pero la parábola interior recibe unas innovadoras formas que ponen la óptica delantera de esta moto en liza con los tiempos. Por su parte, el faro trasero sigue la tendencia del delantero e incorpora leds en lugar de la tradicional bombilla.
El propulsor sigue siendo el mismo bicilíndrico en V que utilizaba la última versión de esta moto, pero se ha mejorado para ganar algo de potencia dejando la cifra final en 80 CV.