El otro plato fuerte de la marca fue la 1198, en sus versiones estándar y S. La deportiva estandarte de Bolonia ha crecido y ahora su motor cubica 1.198 cc y se beneficia de la experiencia adquirida este año en competición (tiene la mismas cotas que la versión R).
Gracias a las válvulas de mayor de diámetro y con más alzada, a los retoques en el grupo termodinámico y al aumento de cilindrada la moto desarrolla 170 CV a 9.750 rpm y 13,4 kgm a 8.000 rpm. Pero ahí no acaba la cosa porque se utiliza una fundición a alta presión en los cárteres, (como en la 848) y se ahorran 3 kg.
Otra novedad importante es que la versión S equipa de serie el control de tracción que ahora sólo corta el suministro la gasolina y se puede utilizar con el catalizador. En general la moto ha reducido su peso en carrocería y chasis y se sitúa en 171 kg en seco (169 la S).
Recordemos que la R anterior ya disponía de este sistema, pero era necesario montar el escape de carreras, que no estaba homologado para circular por la vía pública, lo que restringía su uso a los circuitos. Por si esto fuera poco, Ducati anuncia que el peso va a ser menor que en la 1098, lo que la colocará como la más ligera de la categoría.