La novedad más impactante de Piaggio en “su” Salón de Milán ha sido el Carnaby Cruiser 300. Este modelo de rueda alta equipa ahora el propulsor monocilíndrico fabricado en Pontedera que ha incrementado el diámetro del cilindro para alcanzar 278 cc, aumentando a su vez el par motor hasta los 2,3 kilográmetros. Estas mejoras se notan fundamentalmente en salidas y recuperaciones, pero no en potencia ni en velocidad punta.
Los cambios estéticos son significativos y destacan fundamentalmente en el frontal. Como ya hiciera Piaggio en su Beverly, ha trasladado el concepto Cruiser al Carnaby estándar. La parte delantera está completamente rehecha, ya que ha perdido los faros laterales sustituyéndolos por una óptica central que preside el frontal. Además ha perdido la pequeña pantalla que ya equipaba el Carnaby 250.
Los retrovisores en metálico son de nueva factura y el manillar sin carrozar es fundamental para esa estética cruiser. También incorpora un nuevo asiento que proporciona mejor ergonomía y nuevos plásticos en sus cuartos traseros.