Lógicamente, muchos de sus componentes se han actualizado y adaptado a su nuevo cometido, contando con un renovado sistema de escape, con un silenciador «de diseño» que posee doble salida y unas formas contenidas.
Este tipo de motos son las que más se venden hoy en día en Europa y Suzuki ha desarrollado a la Gladius con el objetivo de que sea uno de sus modelos más populares, si no el que más.
El motor se ancla a un chasis tubular de acero camuflado en su parte baja por unas tapas de plástico. Además, dependiendo de los colores de la carrocería (cuatro posibilidades), el chasis también se ha pintado hasta con tres tonos distintos. El faro de diseño ovalado y el grupo óptico posterior también muestran un diseño muy elaborado, y el asiento de una pieza cuenta con dos colores en el tapizado (negro y gris).
En cuanto a componentes de la parte ciclo, la Gladius es una moto sencilla, y tanto en frenos, como en suspensiones, hereda componentes de las SV 650. De este modo, los discos delanteros son de 290 mm y están mordidos por pinzas de dos pistones paralelos, y la horquilla es convencional, con barras de 41 mm. Tanto ésta, como el monoamortiguador, solo permiten regular la precarga de sus muelles, aunque en el apartado posterior encontramos un sistema de bieletas para que la suspensión sea progresiva.
Las llantas y los neumáticos también poseen las mismas medidas (120/70-17 y 160/60-17”), auque las llantas son novedosas y cuentan con cinco palos ligeramente inclinados (tres en las de las SV).
Con respecto al equipamiento, también hay que destacar la instrumentación análogo/digital, que incluye hasta indicador de la relación de cambio engranada.