Soler, que participaba con una BMW G 650 X Challenge, se mostró satisfecho al finalizar la carrera: "Estoy muy contento ya que hemos cumplido un doble objetivo, el primero moral, tras la suspensión del Dakar, y el segundo profesional, demostrando que los deberes estaban bien hechos".
Los participantes, 43 coches y 60 motos, tomaron la salida simbólica en París, disputaron dos especiales (Pau, al sur de Francia, y Valencia) y el resto de etapas fueron en África, recorriendo Marruecos, Mauritania y Senegal.