Después de la fastuosa presentación en Roma de gran parte de sus novedades 2008, Suzuki llega a París únicamente con una semi-primicia: la nueva Suzuki GSX-R 600, que, por el orden habitual de aparición de novedades se había quedado un poco descolgada respecto a sus competidoras japonesas. La versión 2008 llegará al mercado con el halo de triunfadora que todas las Suzuki deportivas tienen siempre y que luego confirman en las pistas y en las listas de ventas. La moto parte claramente del modelo conocido, con bastidor de aluminio doble viga y motor de última generación y cuatro cilindros con alimentación por inyección y doble mariposa, suspensiones de calidad y ruedas ultraligeras con frenos radiales, pero se aprecian cambios técnicos como el nuevo silenciador de escape, totalmente de titanio y mucho más largo que el anterior (se sujeta al estribo trasero derecho) y pequeñas modificaciones en la tapa del asiento trasero y en el depósito, así como un cambio más notorio en el faro delantero, que pasa a tener tres ópticas a modo de pétalos y que se instala en un carenado muy parecido al anterior salvo por dicho faro y por las tomas de aire cuya morfología cambia obligada por éste.
Por supuesto, en París no podían faltar las grandes estrellas de Suzuki para 2008 y que fueron mostradas con toda pompa y boato en Roma. Nos referimos como no a la Hayabusa, la Bandit o la nueva B-King.