La adaptación de se ha hecho sobre la ZX-10R que corrió el campeonato británico el año pasado y, como se ve en la imagen, JBL no ha escatimado en detalles. Doce altavoces, dos iPods, una Sony PSP, pantalla plana con DVD y mando a distancia para controlarlo todo.
Además, y por si fuera poco, se ha rebajado la capacidad del depósito para adaptar un enorme subbuffer, e incluso ¡tiene adaptadores para conectar una guitarra eléctrica! En fin, 1.500 watios de potencia que formaran una extraña orquesta con el ruido del motor.