El campeón italiano, que llegó directamente desde Cerdeña, acudió a la cita para recibir la aclamación de sus principales fans y recuperar la moral gracias a su apoyo.
Los 4.000 incondicionales que estaban presentes tuvieron que esperar mucho tiempo hasta que su ídolo llegó por fin a Tavullia, pero la espera valió la pena. Una vez sobre el escenario, Rossi habló de los grandes premios disputados desde marzo, comentando cada una de sus victorias y de sus problemas, convencido de haber sido víctima de la mala suerte, más que de una auténtica falta de competitividad de su máquina.
El italiano afirmó que aún puede remontar en la clasificación : "Siempre que tenga una buena suerte proporcional a la mala suerte que he tenido hasta ahora. Hace unas semanas, muchos decían que tenía más posibilidades de conseguirlo que Schumacher, pero ahora él me ha superado ampliamente. No voy a rendirme".