Yamaha ha seguido una extraña estrategia comercial esta temporada y no ha querido anunciar esta mejora de importancia que adopta el X-Max 250 –el modelo de 125 ya contaba con inyección– y que tarde o temprano tendrán que incorporar todos los modelos del mercado para superar las restrictivas normativas anticontaminación.
Pero la incorporación de este sistema de admisión, que viene motivada por esta normativa, trae consigo cambios positivos en las prestaciones como son consumos menores o incrementos de par y potencia, y es esto lo que más nos sorprende que Yamaha no haya anunciado en los distintos salones en los que ha tenido la oportunidad durante los pasados meses.
Según nuestras fuentes en estos últimos días de enero la planta de producción que la marca tiene en Barcelona comenzará a fabricar el nuevo X-Max 250 i, por lo que podremos verlo en las tiendas a lo largo del próximo mes de febrero.