La Moto Morini Corsaro 750 es la descendiente directa de aquella 1200 aparecida a mediados de la primera década de este siglo que inauguraba el nuevo motor V2 de 1.187 cc que propulsó las motos de la marca hasta hace pocos años. Ahora se reedita con un motor con una estructura similar, pero que en realidad es completamente nuevo.
Hasta ahora las Moto Morini de última generación, las de la serie 6 ½ estaban dotadas de motores de 650 cc bicilíndricos en línea de clara inspiración japonesa, pero parece claro que el futuro de la marca pasa por crear sus propios propulsores, algo que ha quedado bien claro en el Salón de Milán de 2023, ya que este EICMA se han presentado no sólo estos nuevos propulsores de 750 cc, sino también los remozados 1.200 cc ya empleados en el pasado.
Motor nuevo
Aunque las formas recuerden a los V2 de mayor cilindrada de la marca, en realidad el motor de la Moto Morini Corsaro 750 es completamente nuevo. Para empezar el ángulo entre los cilindros es de 90 grados, algo más lógico que los 87 grados de los de 1.187 cc. Otra característica es que el giro del cigüeñal es contrarrotante respecto al de las ruedas, de manera que se reduce el efecto giroscópico total de la moto favoreciendo la agilidad.
El empleo de este tipo de cigüeñal obliga a contar con un eje intermedio, que se ha aprovechado para el accionamiento de elementos accesorios. Como es habitual la distribución se realiza por medio de culatas dotadas de doble árbol d elevas y cuatro válvulas, obteniéndose una potencia máxima de 96 CV (70 kW), que permite contar también con una segunda versión limitada a 35 kW para los usuarios del cárter A2.
Compacto
Los motores en V, aunque tengan la V centrada siempre tienen una altura mayor que con otras configuraciones, pero en el caso de la Corsaro se ha reducido este efecto al optarse por un sistema de distribución por cárter seco con el depósito externo, lo que reduce el volumen del cárter en la zona inferior y consiguientemente la altura.
La cilindrada total de la moto es de 749 cc gracias a sus cotas de 90 x 58,9 mm y se anuncia una velocidad máxima superior a los 210 km/h. El sistema de escape cuenta con dos silenciadores independientes, uno en cada costado de la moto.
Chasis particular
Algo en lo que los ingenieros de Moto Morini han buscado diferenciarse es en el diseño del chasis, que adopta una estructura poco convencional. La parte delantera está formada por una doble viga de aluminio que compone la pipa de la dirección y sujeta el motor con un recorrido en forma de U, que se une a una estructura tubular de acero en la parte trasera que también incluye el subchasis y el pivote del basculante.
El basculante es de doble brazo, realizado en aluminio y sobre él se ha instalado un sistema de suspensión trasera que es también poco convencional, ya que el amortiguador en posición casi vertical, está anclado por su parte inferior a un sistema de bieletas convencional, pero por la superior directamente al propio basculante.
Componentes de calidad
Como es habitual en la firma se ha optado por un equipamiento de primer orden, no sólo en los elementos de la parte ciclo, con una horquilla invertida Marzocchi regulable y un conjunto de frenos Brembo con discos de 320 mm y 220 mm y pinzas delanteras monobloque de anclaje radial. Las llantas de 17 calzan neumáticos de medida 120/70 y 180/55.
La carrocería deja al descubierto la mayor parte de la mecánica, y la moto es muy compacta, con una siento situado sólo a 820 mm y una distancia entre ejes de 1.460 mm. Además, Moto Morini anuncia un peso de menos de 200 kg. Dispone de una pantalla TFT en color y ópticas lED con luz de día.