Honda ha puesto en escena una nueva CB1000R, más potente y ligera que su antecesora, además de mejor equipada. Es una supernaked muy completa y efectiva, camuflada bajo un aspecto "clásico" muy original. Con ella Honda pretende calar entre un amplio espectro de clientes, desde los que buscan una naked deportiva y poderosa, a los que pretenden una moto de estilo vintage.
Tras un par de temporadas sin presencia en el segmento de las supernaked, Honda vuelve a la clase con un modelo moderno y bien dotado, con una estética muy trabajada que incluye detalles ciertamente vintage. El gigante japonés advierte que en la nueva CB1000R han fusionado ideas deportivas de última generación con detalles de café racer. Y la verdad es que el resultado es curioso, porque por el lado dinámico se puede medir con otras supernaked como Kawasaki Z1000, Suzuki GSX-S1000, Triumph Speed Triple, Yamaha MT-10, etc., y por el estético puede rivalizar con BMW R nineT, Kawasaki Z900RS e incluso Triumph Thruxton. Y no solo eso, porque Honda anuncia unas prestaciones muy elevadas, confirmando que en sus tres primeras marchas la nueva CB1000R acelera más que la todopoderosa CBR1000RR Fireblade.
La Honda CB1000R es una supernaked, aunque si nos basamos en su estética se puede catalogar como un modelo vintage. Y luego acelera mejor que una superbike en las tres primeras marchas…
Y lo puedo corroborar, pues en la presentación dinámica llevada a cabo en la provincia de Málaga, la nueva CB1000R me ha demostrado que empuja con muchas ganas y, al mismo tiempo, transmite una gran sensación de control debido a la moderna electrónica que incorpora de serie. Además, Honda ha preparado dos variantes, una digamos que “normal” que cuesta 14.600 euros, y otra con el añadido “Plus” a su nomenclatura, que destaca por incluir “quick shif" que funciona en ambos sentidos, puños calefactables y varios elementos estéticos realizados en aluminio cepillado que acrecientan el carácter Premium del modelo. En este caso el precio es de 16.100 euros.
Ligera y potente
La nueva supernaked de Honda ha recuperado la denominación CB1000R y también coincide con su antecesora en la estructura del motor. Respecto a este, a grandes rasgos es el mismo tetracilíndrico en línea de 998 cc que utilizó la CBR1000RR Fireblade entre 2004 y 2007, así que es un propulsor de comprobada fiabilidad y que acepta sin problemas el aumento de potencia que ha recibido, pues ahora anuncia 146 CV a 10.500 rpm, en torno a 21 CV más que el de la CB1000R anterior. También declara un cinco por ciento más de par en “medios” y el desarrollo final se ha recortado un cuatro por ciento. Si además tenemos en cuenta que el peso del conjunto se ha rebajado en 12 kg, la mejora conseguida en la relación peso/potencia, que al final es lo que manda, está en torno al veinte por ciento. Entre otros muchos cambios, para incrementar el rendimiento se han montado pistones de aluminio forjado, y se han aumentado la compresión y la alzada de los dos árboles de levas. Además, se ha mejorado el flujo del aire con toberas de admisión de mayor diámetro y una nueva caja del filtro de aire, y el corte de encendido se ha retrasado hasta 12.000 rpm según lo anunciado.
La nueva CB1000R es claramente más potente y más ligera que su antecesora, anunciando una mejora de un veinte por ciento en la relación peso/potencia
Junto al aumento de las prestaciones, hay que destacar la incorporación de acelerador electrónico y los modos de conducción Rain, Standard y Sport, que funcionan en combinación con distintos niveles de actuación del freno motor y del control de tracción. Además, existe un cuarto modo denominado User, que permite “jugar” con ellos y hacer una combinación especial a gusto del usuario.
El escape de tipo “4 en 2” se ha desarrollado con los objetivos de mejorar el rendimiento y de ahorrar peso, anunciándose 4,2 kg más ligero que el de la versión anterior. El silenciador de doble salida superpuesta posee un diseño compacto y no desentona estéticamente. Además, se ha trabajado para que emita un sonido deportivo y seductor.
Con todas las modificaciones citadas, el propulsor posee un funcionamiento muy agradable y exento de vibraciones, con un tacto general exquisito. Responde de manera muy directa a nuestras insinuaciones sobre el puño del acelerador y sube de vueltas con mucha rapidez, mostrándose muy cómodo a regímenes máximos. Con respecto al embrague y al cambio, los dos poseen un accionamiento muy correcto. Además, en esta presentación hemos utilizado la CB1000R dotada de “quick shift”, por lo que nos hemos “olvidado” prácticamente de la maneta del embrague al funcionar sin problemas en ambos sentidos.
Totalmente nueva
Aunque el motor posee las mismas cotas que el de su antecesora, se puede decir que esta CB1000R es una moto totalmente nueva. Destaca por una estética minimalista y moderna, con varios elementos realizados en aluminio cepillado como tapas de los laterales del radiador y del “airbox”, y otros en aluminio mecanizado como tapas varias de motor, culata y buje trasero, así como las pletinas laterales que son una prolongación del nuevo chasis y que han rebajado más de 2 kg su peso con respecto a las del modelo anterior. Por su lado, el depósito de gasolina realizado en acero ensalza el aspecto musculoso del conjunto y no posee soldaduras a la vista. También es reseñable el faro delantero redondo, que además de incluir tecnología Full LED, se ha diseñado con la idea de que se pueda colocar muy retrasado. Otro detalle estético llamativo y novedoso es el soporte de la matricula anclado al basculante en lugar del al colín, un aspecto que es primicia en un modelo de Honda. Además, se ha desarrollado con el objetivo de reducir salpicaduras y, como henos podido verificar durante esta presentación “bañada por agua” en muchos momentos, es un elemento que "funciona" muy bien.
La CB1000R es muy ágil y rápida de reacciones, pero al mismo tiempo pisa con mucha firmeza en carreteras rápidas
El chasis sigue siendo de espina superior de acero de sección rectangular, pero diseño es nuevo, al igual que el robusto basculante monobrazo de aluminio que anuncia ser 15 mm más corto. Sin embargo, la distancia entre ejes declarada es 10 mm mayor y el lanzamiento de la horquilla se ha mantenido en 25º, lo que deja entrever que el bastidor es considerablemente más largo. Así Honda ha querido mejorar el aplomo a alta velocidad, al tiempo que ha mantenido la rapidez de reacciones del tren delantero. Y la verdad es que la nueva CB1000R es sorprendentemente ágil y rápida de reacciones, y pisa con mucha firmeza en tramos rápidos. El nuevo subchasis de aluminio también es un elemento que aporta modernidad y ligereza a la parte trasera.
Bien dotada
La nueva CB1000R monta una horquilla Showa BPF con las funciones separadas, permitiendo regular los hidráulicos en la pata izquierda y la precarga en la derecha. Por su lado, el amortiguador trasero procede del mismo fabricante y también puede ser regulado en tres vías. Con respecto a sus reglajes de serie, Honda ha conseguido un buen compromiso entre confort y resistencia al hundimiento. La suspensión trasera trabaja muy correctamente, absorbe bien las irregularidades y al mismo tiempo no muestra excesivo recorrido muerto, ni tampoco peca de blanda. Respecto al freno delantero, está formado por dos discos de 310 mm mordidos por pinzas Tokico de cuatro pistones y anclaje radial, con bomba igualmente radial. La frenada que proporciona es perfecta, con potencia y fácilmente dosificable. Otro cambio importante en la parte ciclo se localiza en el neumático trasero, que ha aumentado su anchura hasta 190 mm, suponiendo un aporte importante en tracción y en apoyos fuertes en curva.
Las suspensiones son multirregulables y los frenos poseen componentes radiales
Un aspecto que llama la atención es que la instrumentación no sea de tipo TFT. Es muy completa y moderna de diseño, pero en Honda han preferido que sea de tipo digital. Eso sí, a su derecha posee una fila de LED que se puede cambiar de color para asociarlo a los modos de conducción o al sobrerrégimen.
Conclusión
Desde los primeros metros que recorres a los mandos de esta CB1000R te sientes plenamente familiarizado con ella. Es como si te hubieses bajado de su asiento unos minutos antes y realmente nunca lo has hecho. Su tacto general es exquisito, con un funcionamiento muy correcto en todos los apartados. Nada desentona en esta supernaked de aspecto vintage muy logrado. Para ser una “mil” se siente muy compacta entre las piernas y se maneja con facilidad a baja velocidad. Luego su motor empuja con fuerza y se siente cómodo girando a regímenes máximos, cercanos a las 12.000 rpm. Además es ágil y se cambia de dirección sin apenas esfuerzo, manteniendo con mucha precisión las trayectorias. También las suspensiones trabajan bien, absorbiendo irregularidades y manteniendo el tipo en conducción deportiva.