No se puede empezar este artículo sin hacer alusión al Italjet Dragster. Lanzado a finales de los 90 supuso una bocanada de aire fresco en el segmento de los scooters. Su diseño y estructura rompían los esquemas convencionales con su chasis tubular al descubierto y un monobrazo delantero que aislaba la dirección de la suspensión, con el amortiguador delantero en posición horizontal.
Estas dos características principales eran, sin duda, sus señas de identidad. Esta solución de suspensión delantera monobrazo ya se había montado en otras marcas y modelos de motos de alta cilindrada como la Bimota Tesi o la Yamaha GTS, pero Italjet fue el primer fabricante que se atrevió a montarlo en las distintas cilindradas de la gama de scooters Dragster: 50, 125 y 180 cc de 2 tiempos.
Dos décadas después
Hoy, algo más de 20 años después, Italjet vuelve a la carga con este nuevo Dragster en versiones de 125 y 200 cc de 4 tiempos. Un scooter irreverente y sin concesiones que se deja ver al desnudo sin ningún pudor. Y es precisamente en esa desnudez donde radica gran parte de su atractivo. Quitando el frontal, que es la única parte carenada, el resto de la moto se muestra tal cual, sin esconder nada.
El chasis queda totalmente expuesto y se aprecia el gran trabajo conjunto de los departamentos de ingeniería y diseño. A la suspensión delantera monobrazo, denominada ISS (Independent Steering System) se une un chasis mixto tubular de acero al cromo-molibdeno con secciones intercaladas en fundición de aluminio, que sirven de unión con el subchasis trasero y la parte superior del tren delantero. Estas piezas de aluminio, además de su importancia estructural, juegan también un papel importante en la estética, dotando a este Dragster de ese look deportivo y futurista.
Centro de atención
En cuanto a diseño y estética no le puedo poner ninguna pega. A mí, personalmente me gusta, claro que, para gustos los colores y puede que haya gente a la que no le guste este concepto de scooter, pero hay que reconocer que no te deja indiferente, ni a ti ni a los transeúntes con los que te cruzas, ya que llama la atención allá por donde pasas. No te digo nada si te paras… hasta los abuelos del pueblo se acercan para preguntarte de dónde has sacado esa nave espacial, jajaja.
Pero no todo es estética. Los componentes de este Dragster también añaden valor al conjunto y repercuten en su correcto funcionamiento. Así, del sistema de frenado se encargan sendos discos Brembo de 200 y 190 mm mordidos por pinzas de doble pistón y accionadas también por bombas de la misma marca. Del ABS se ha encargado Bosch, diseñando un conjunto específico para este modelo. Las llantas, de aleación de aluminio, también suman puntos al conjunto, calzadas con neumáticos Pirelli Angel de 12” delante y 13” detrás, ofrecen un plus de agarre por si te quieres meter en un circuito de karts a quemar adrenalina.
Nuevas suspensiones
Tanto delante como detrás los amortiguadores son Fast Ace regulables. Los dos van montados horizontalmente, con un pequeño de ángulo de inclinación el trasero. En las primeras unidades se montaron amortiguadores Paioli, pero finalmente se ha optado por los Fast Ace que ofrecen un rendimiento incluso superior, según el fabricante. Claro que también se puede optar por unos Ohlins multirregulables del catálogo de Power Parts, pero los tendrás que pagar aparte, claro.
En este catálogo también encontrarás unas manetas y bombas radiales Brembo inspiradas en las SBK o un embrague Malossi de altas prestaciones que mejora la aceleración y la entrega de par a la rueda. Y para rematar la faena, un par de escapes Akrapovic, uno homologado para la calle que incrementa la potencia en 2 CV y otro para circuito con casi 3,5 CV de incremento.
A pista
Un Scooter tan especial se merecía un escenario distinto de las ciudades o carreteras habituales, por lo que la marca optó por hacer la presentación en el circuito DR7 de Tarancón. Ya sabéis, el circuito que lleva el nombre en homenaje a nuestro querido y añorado Dani Rivas. Una apuesta arriesgada por parte de Italjet, ya que en circuito es donde se le puede exigir el máximo a cualquier vehículo y salen a relucir más fácilmente las debilidades de éste. En la charla previa antes de subir a las motos ya nos advirtieron de la peculiaridad de su tren delantero y de su comportamiento distinto al resto scooters, sobre todo a la hora de frenar y tomar las curvas.
Advertidos y excitados nos ponemos el mono de cuero y ya estamos encima del Dragster. La posición de conducción es normal y solo llama la atención el amortiguador delantero entre nuestros pies. No molesta ni incomoda, simplemente está ahí ocupando ese espacio central. Introducimos la llave de contacto incorporada en un bonito y práctico llavero tipo navaja y se enciende el cuadro de instrumentación TFT con reloj horario, cuentakilómetros totales y parciales, nivel de gasolina, etc. También nos llama la atención los protectores de las manetas con los intermitentes incorporados de iluminación progresiva. Todo el sistema de iluminación es full LED, por cierto.
Motores conocidos
Pulsamos el botón de arranque y el motor Piaggio cobra vida de inmediato. Tanto el 125 como el 200 son los que monta el Scarabeo, 100 % italianos, pero fabricados en China por Jincheng. Ambos son monocilíndricos de 4T, el 125 cc desarrolla 12,5 CV de potencia a 9.500 rpm y 10,5 Nm de par, mientras que el 200 cc ofrece 17,5 CV a 8.000 rpm y 15,5 Nm. La distribución DOHC cuatro válvulas, inyección electrónica Magneti Marelli, refrigeración líquida, arranque eléctrico y transmisión CVT con embrague centrífugo en seco, es la misma para los dos.
Bajo la moto del caballete con un pequeño empujón, sentado sobre el asiento y salgo a pista. Dejo el Dragster correr acelerando suavemente y lo primero que noto es la suavidad de funcionamiento general. El motor, me ha tocado el 125 en esta primera tanda, acelera mejor de lo que esperaba y en la segunda vuelta ya empiezo a arrastrar el caballete por el suelo en las inclinadas, sobre todo a izquierdas.
Deportivo
La sensación que te transmite es de total seguridad y es la distancia libre al suelo del caballete la que marca los límites de inclinación, que están bastante más lejos de donde te permitiría tumbar sin el caballete. Esto pasa solo en pista. En la prueba que hicimos a continuación en carretera nunca llegué a rozar con nada y si te vas a meter en circuito, seguro que ya lo quitarás y le pondrás todas las chuches del catálogo Power Parts.
Con el ISS, la dirección queda aislada de la suspensión y además no se altera la geometría de la moto al frenar de delante. En este caso el comportamiento en pista (que pasa casi desapercibido en carretera) es realmente curioso, pues si intentas entrar en curva con el freno delantero accionado, el Dragster se resiste y empecina en mantener la línea recta. Basta con dejar de presionar la maneta derecha para que caiga solo hacia el interior de la curva. Y para que esta transición no sea demasiado brusca deberás apoyarte en el freno trasero, el cual te permitirá hacer una trazada de libro.
Con la grande
Entramos a boxes y cambiamos de moto. Ahora me toca el 200 cc. Se notan los 5 caballitos de más y el medio kilo de par extra. En velocidad punta apenas hay 10 km/h de diferencia, pero la salida y respuesta en medios es más enérgica. Ahora llego un poco más rápido a las curvas y tengo que frenar más fuerte. Además ya conozco el circuito y tengo más confianza, por lo que empiezo a buscarle las cosquillas a este Dragster y se las encuentro.
A parte de la peculiaridad de su conducción que acabo de contaros, cuando fuerzas mucho la frenada, en ángulos de derechas, percibes un claro rebote del tren delantero que te invita a cortar. Nada preocupante si te acostumbras a ello, pero que está ahí y que solo percibirás si ruedas fuerte como solo se puede ir en circuito. Cuando salimos a rodar en carretera abierta busqué a propósito ese rebote y no lo encontré por ningún lado.
Conclusión
Ya decía que la presentación de un scooter en circuito era una apuesta arriesgada, y ese rebote apurando a derechas no es muy agradable que digamos. Pero no es menos cierto que este Italjet Dragster ha pasado la prueba con nota. El circuito no es, ni va a ser, el hábitat natural de este scooter y por lo tanto la inmensa mayoría de sus usuarios no va a percibir nunca esas sensaciones.
Si eres de los que te gusta pasar desapercibido, esta no es tu moto. Allá donde vayas serás el centro de atención. El Italjet Dragster va un paso más allá del resto de scooters del mercado y rompe moldes en cuanto a diseño y soluciones tecnológicas, alejándose de lo convencional. La estética deportiva y futurista de la que hace gala este Dragster se consigue renunciando a otros aspectos, digamos, más funcionales. A cambio, tendrás un scooter vanguardista, moderno, algo que te va a diferenciar del resto y que será la envidia de más de uno. Ahora solo te falta elegir color, rojo, negro o amarillo.
Ficha técnica
Precio: 5.589 € / 5.989 €; Motor: 1 cil.. Refr: líquida; Distribución: DOHC 4V; Diámetro x carrera: 58,0 x 47,0 mm / ;63,0 x 58,0 mm; Cilindrada: 125/181 cc; Compresión: 12,0 /11,6:1; Potencia máx. dec.: (12.5/17.5 CV) a 9.000/8.250 rpm; Par máx. dec.: 12.5 Nm a 7.750 rpm / 17 Nm a 6.250 rpm; Ayudas electrónicas: No tiene; Transmisión : Embrague centrífugo en seco ; Transmisión sec.: CVT; Chasis: Mixto multiubular acero con pletinas de aluminio; Suspensión del.:Monoamortiguador multiajustable Fast Ace; :Suspensión tras. Monoamortiguador multiajustable Fast Ace; Freno del.: 1 dIsco de 200 mm; Pinzas: 2 pistones; Freno tras.: Un disco de 190 mm; Pinza: 2 pistones; ABS Tipo /.Estándar; Rueda del.: 120/70-12 ". Llanta 3,00"; Rueda tras.: 140/60-13 ". Llanta 3,50"; Medidas. Cap. Depósito: 9 l; Peso lleno: 140 kg; Dist. entre ejes: 1.350 mm; Altura asiento: 770 mm.